El diario galo analiza en un articulo de Claire Gatinois como las reformas y el empuje empresarial en España espoleado por la crisis, ha mejorado la competitividad y las exportaciones hasta el punto de «amenazar» los intereses franceses. Recogen la advertencia de algunos analistas que ven en la decisión de Renault, un ejemplo de cómo España «puede comerse a Francia».

Hollande y Rajoy en Paris
(Foto: Flickr/La Moncloa2012)

Le Monde dice: «Ahora hombre enfermo de Europa, ¿mañana, nuevo conquistador? Los sacrificios realizados por España durante casi dos años comienzan a producir sus efectos. El costo de la mano de obra se reduce hasta el punto de que la industria española ahora desafía a las empresas francesas en la escena internacional e incitan a otros a trasladarse a la Península Ibérica. La decisión de Renault de aumentar su producción en Palencia, Valladolid y Sevilla, es otro ejemplo de la atracción reencontrada por España.»

El texto cita a Patrick Artus, economista jefe de Natixis que cree que Renault es sólo un ejemplo más y debería preocupar: «La amenaza está ahí, dice, ¡España se va a comer a Francia!». Destacan que «mes a mes, Madrid gana puntos en la exportación, a menudo a expensas de Francia. Según las cifras publicadas el miércoles, el déficit comercial de España se redujo aún más en septiembre, desde el 36,4% hace un año. El superávit por cuenta corriente podría llegar en el 2013.» Y añaden: «Y a diferencia de Grecia, el fenómeno no solo de debe al desplome de la importaciones, sino al alza del 20% en las exportaciones».

Advierten que «estas empresas conquistadoras se enfrentan a menudo a la oferta `made in France´. Nuestros productos están en la misma gama, con una ventaja para España ligada a la renovada competitividad de su economía. En un ritmo anual, la productividad de los trabajadores españoles ha mejorado en un 4% frente al 1% en Francia». El texto también selaña que tras las reformas del gobierno de Rajoy «según Eurostat, el mercado de trabajo en España se ha convertido en el tercero más flexible de Europa».

[Leer el artículo completo en Le Monde]

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