Su nombre apenas era conocido, pero Cecil Stoughton fue el hombre que retrató para América la presidencia de John Fitzgerald Kennedy y la transición a la administración de Lyndon B. Johnson tras el magnicidio de Dallas. Fue responsable de la histórica foto de Johnson jurando el cargo en el Air Force One con Jackie Kennedy a su lado, con el vestido todavía manchado de sangre. El 3 de noviembre, apenas unas horas antes de que Barack Obama se convirtiera en el presidente más carismático de EEUU desde JFK e hiciera revivir su mito, Stoughton falleció a los 88 años.

El juramento de Johnson en el Air Force One

Hasta que los Kennedy llegaron a ella, el papel de fotógrafo de la Casa Blanca consistía en poco más que documentar los actos oficiales y propagar una imagen presidencial del líder norteamericano. Pero la llegada de un hombre de 43 años con un carisma desbordante, una mujer sofisticada y dos niños de 3 y menos de un año, cambiaron las tornas. Conscientes del poder de la imagen contrataron a Cecil Stoughton como fotógrafo interno fijo y su trabajo se convirtió en la herramienta perfecta para transmitir la imagen de un presidente joven y dinámico que fascinó a EEUU hasta el punto de bautizar sus años como la «era de Camelot».

JFK eligió a Stoughton, capitan del Ejercito, como fotógrafo oficial impresionado por la cobertura que realizó de su ceremonia de inauguración y toma de posesión. A diferencia de otros presidentes, le dio acceso a muchos aspectos de su vida privada, por eso pudo captar el otro lado de la presidencia y contribuir a la mística. El reveló algunos aspectos de su trabajo para National Geographic, por ejemplo que la ventaja para ellos es de tener un fotógrafo dentro es que «podían controlarme. Si hacía algo más, me trasladarían a Guam al día siguiente».

Pero la realidad es que se ganó la confianza de la familia y casi fue uno más. Stoughton explicó que cuando Kennedy quería una foto le llamaba al Despacho Oval y le dejaba hacer dos disparos. En cambio para Jackie hizo miles. Ella le pedía imágenes de los niños, de todos los aspectos de los viajes al extranjero e incluso de desfiles de ropa. También grabó videos caseros de la familia y les acompañó en su yate o su residencia de verano.

Tomó más de 12.000 instántaneas de los Kennedy y fue el autor de la mayoría de las imágenes del presidente jugando con sus hijos en la Casa Blanca, en vacaciones o la única que existe de JFK, su hermano Bobby y Marilyn Monroe juntos.

Estaba en la caravana del presidente a Dallas cuando fue tiroteado y fue el único fotógrafo que subió con la comitiva en el Air Force One. Por eso estaba presente cuando Lyndon Johnson juró el cargo de presidente a bordo. Esa imagen, que él mismo distribuyó a la prensa en blanco y negro, contribuyó a tranquilizar los ánimos convirtiéndose en la prueba de que el país tenía nuevo y legítimo presidente. También captó el ataud de JFK en el mismo avión.

Trabajó dos años más en la administración de Johnson y después se dedicó fotografias los parques nacionales. Publicó en 1973 un libro con imágenes de Kennedy, aunque la mayor parte de su trabajo se puede ver en la Biblioteca de JFK.

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