Pablo Bustinduy en La Cafetera: “Ryanair es conocida por tratar muy mal a los consumidores españoles”

Ryanair ha declarado la guerra comercial contra España anunciando que recorta un millón de plazas, abandona cuatro aeropuertos y deja a ciudades prácticamente desconectadas. Y todo con insultos a ministros, desprecio al consumidor y hasta un tuit oficial que decía “si no te gustan nuestras reglas, ve andando”. En La Cafetera conversamos con el ministro Pablo Bustinduy, el mismo al que la aerolínea llamó payaso y loco, para responder a un pulso que amenaza empleo, turismo y la movilidad de miles de personas, que se muestra muy crítico con el modus operandi de Ryanair de «amenazas, chantajes y un estilo comunicativo de mal gusto». ¿Es el mercado, amigo? Además se repasan noticias como el debate sobre si habrá o no presupuestos generales en España, la exhibición de poder militar y político de China o las reacciones al ataque letal del gobierno de Trump contra una lancha venezolana en el mar a la que acusaba de narcotráfico,

Pablo Bustinduy asegura en la entrevista estar determinado a seguir haciendo política y a «defender cada centímetro, cada derecho y cada avance», aunque señala que el momento y el contexto es «difícil» y la política resulta «obsesiva». En este sentido señala que nos encontramos en un momento en el que «parece que todo se acepta y hay un grado de violencia simbólica extraordinario». Pero pese a las dificultades se muestra confiado en que se va a agotar la legislatura por la cantidad e importancia de los proyectos que tiene previsto el gobierno aprobar, desde la reducción de jornada, la ley de dependencia, la ley de familia, de servicios comerciales, etc. con los que «materializar el giro social que es lo que da sentido al gobierno». Y ante la pregunta de si cree que saldrán adelante los presupuestos generales asegura: «Yo creo que tenemos la obligación de presentarlos porque no van de la estabilidad del gobierno o la legislatura, sino de cual es el proyecto de país que se sigue», aunque reconoce que es «difícil» que logren el apoyo parlamentario necesario para aprobarlos.

En relación al pulso que la aerolínea low cost, Ryanair, ha planteado al gobierno anunciando un recorte de un millón de plazas y el abandono de varios aeropuertos en respuesta a las medidas dictadas desde Consumo, el ministro asegura: «Ryanair ha funcionado siempre con un modus operandi de amenazas, chantajes y un estilo comunicativo de bastante mal gusto y educación» y aunque reconoce que tiene derecho a aplicar las estrategias que estime conveniente, está obligada a cumplir la legalidad: «Es una compañía muy conocida por tratar muy mal a los consumidores españoles y el ministerio lo que ha hecho es asegurarse que no está por encima de la ley. Y cobrar por la maleta de mano, cobrar a familias por ir sentadas con sus hijos o a los dependientes con sus cuidadores son practicas abusivas e ilegales. Y por eso se les ha sancionado con 107 millones. Y no están acostumbrados a este trato, están acostumbrados a que ese juego les salga bien y a ganar cada vez más dinero».

Ryanair ha llegado a caracterizar al ministro español como un payaso y le ha llamado loco: «Las compañías aéreas ganaron 39.000 millones de euros el año pasado y hay muchos intereses en juego y hay un conflicto muy fuerte. Y así señalan, intimidan… A mi me intentaron ridiculizar, me insultan… Es la manera que tienen de funcionar, pero si creen que me van a intimidar, es todo lo contrario. Y vamos a defender nuestras actuaciones y lo vamos a ganar porque tenemos razón», dice el ministro. Aunque subraya que su caracterización como payaso le dio la ocasión de «reivindicar la absoluta dignidad de la profesión de payaso, mucho más que ser un oligarca conocido por sus prácticas mafiosas y su mala educación. Y luego me pareció que fue una señal de que les habíamos hecho daño» y revela que de hecho tras todo este revuelo 15 asociaciones de consumidores europeas se unieron a sus denuncias de las prácticas de Ryanair.

El ministro habla además del «insoportable genocidio» que se está dando en Gaza y resalta las medidas que han vuelto a proponer en el gobierno: retirada de la embajadora, aprobación ya de la ley de embargo, eliminar a las empresa israelíes de los registros que rigen las importaciones y la contratación pública o un protocolo de inspección de buques y aeronaves. Recuerda que él mismo hace año y medio envió un carta a empresas españolas con intereses y actividades en los territorios palestinos ocupados y «aunque salieron hasta 8 ministros a desautorizarme, varias empresas comunicaron su retirada» y ahora están trabajando en una normativa para «garantizar que ninguna empresa que opera en España pueda lucrarse o tenga sus cuentas de resultados manchadas con la sangre del pueblo palestino». Aunque confiesa su frustración porque buena parte de las competencias en política comercial están en la UE y «hay países europeos que actúan como guardianes del gobierno israelí».

Pablo Bustinduy comenta también en la entrevista de las medidas tomadas contra plataformas de alquiler vacacional como Airbnb, a quienes han conseguido obligar a retirar 60.000 anuncios de viviendas ilegales o la norma, que se muestra confiado en aprobar en las próximas semanas, para acabar definitivamente con las llamadas comerciales indeseadas.

La entrevista ha sido recogida por otros medios españoles como El País,  La Vanguardia, Telecinco, La Sexta, Forbes o Público, entre otros.

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