Videojuegos en la Guerra Civil que reivindican la memoria histórica… y queer

En «Letters of longing», del estudio español Happy Break Bones, la acción está situada en la Guerra Civil Española y cuenta la historia de amor entre dos hombres a través de los recuerdos de una anciana. Permite, en formato de simulador a pie, andar entre escombros por escenarios arrasados, buscando documentos y resolviendo puzzles y enigmas para arrojar luz sobre el pasado. Es uno de los pocos videojuegos que aprovecha el potencial de la Guerra Civil como escenario y apuesta por la memoria histórica como vehículo. Hay alguno más, a nivel internacional y nacional, que detallan en ElDiario.es que además entrevista a sus creadores y destaca también el guiño LGTBIQ de la historia.

«En enero de 1938, un soldado republicano se adentra en un edificio en ruinas en territorio franquista. Fuera, resuenan las bombas. Mientras avanza entre los escombros para encontrar unos documentos importantes en un Ayuntamiento en ruinas, una historia íntima de amor, pérdida y violencia se despliega». Este es el planteamiento de Letters of longing, un videojuego para ordenador creado por el estudio español indie Happy Break Bones, que explora la memoria histórica de manera literal, pues parte de los recuerdos de una anciana que reconstruye el pasado de sus padres.

Carlos Royuela Torres, más conocido como Royu, es el ideólogo de esta propuesta focalizada en las cartas que se mandaban Juan y Antón, dos amigos que comparten sus inquietudes ante la tensión que empieza a respirarse en España. El videojuego está planteado en primera persona como un walking simulator dado que la mecánica consiste en andar entre los escombros, resolver pequeños puzles para avanzar e interactuar con distintos objetos para evocar memorias. La finalidad es arrojar luz sobre el pasado de dos hombres, que plasmaron por escrito sus sentimientos aunque encapsulan mucho más de lo que cuentan.

Pese al potencial de la Guerra Civil española apenas ha tenido presencia en el mundo del videojuego, a diferencia de lo que ocurre con otras artes. Las pocas veces que se ha tratado, ha sido en propuestas de acción o estrategia que no tenían en cuenta las dimensiones políticas y sociales del conflicto. Existen excepciones, como el metafórico «13 rosas», en el que Casilda de Zulueta apuesta por la resolución de rompecabezas y espacios delimitados, muy en la línea de Letters of longing, para hablar de la represión franquista.

A nivel internacional hay otros videojuegos que sí han unido memoria y guerra. Por ejemplo «Entiérrame mi amor» que relata la historia de un matrimonio sirio en el que un integrante de la pareja intenta emigrar a Europa para huir de la guerra en 2015 mientras el otro se queda atrás. O «This War of Mine» que ocurre durante el Sitio de Sarajevo, pero pone el foco en los civiles que sobreviven en unas condiciones extremas.

En el caso de Letters of longing la memoria histórica también es memoria queer.  Royu explica que, aunque “la gente LGBTIQA+ ha existido siempre, nunca había visto esta clase de diversidad presente durante la Guerra Civil. Siendo yo LGBTIQA+, qué menos que dar un poco de representación al colectivo”. Por eso el núcleo narrativo es la relación entre dos hombres, cuyo amor no puede ni expresarse debido a la censura.

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