Imagen de previsualización de YouTube

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «A cuatro días de unas importantes elecciones en Galicia y Euskadi, el marketing del PP ha derrotado por KO al del PSOE. Las innumerables sombras de corrupción que iban cercando a los populares, desde los espías hasta las turbias relaciones con la trama de Correa, han pesado menos que la desdichada cacería de Bermejo. Eran temas mayores, de muy superior tonelaje, pero hoy no hablamos de eso. Hablamos de cómo han jugado la partida las respectivas máquinas políticas. El PP se ha agarrado a su baza como el náufrago a la boya. Aparco sus enfrentamientos -y eso que algunos eran a última sangre- y se unió sin temor al ridículo como víctima inocente de una cruel persecución. El PSOE, contrito, humilló la cerviz, y reconoció sus pecados. Saavedra, Patxi López, pusieron voz a la pesadumbre socialista. ¿Cinismo frente a honestidad? o ¿realismo frente a ingenuidad?. Elijan ustedes mismos. El hecho es que el PP, que lloriqueaba por las esquinas, salta y brinca de alegría. E incluso Rajoy, al que los suyos trataban como a un muerto viviente, rompió a respirar, y luego a hablar y luego a hablar alto. Nadie ignora, el PP menos que nadie, que esto es coyuntural y que no van a poder soslayar ni sus problemas de corrupción ni sus guerras fratricidas. Pero hoy es hoy y mañana será otro día. Para la política, el fin del mundo es la próxima cita electoral. O sea, el domingo. Y, como diría Woody Allen, después del fin del mundo, ya veremos. Por su parte, los socialistas, han vuelto a demostrar ingenuidad y han ido a remolque. Del PP y de los jueces. No olvidemos que Bermejo fue nombrado ministro para ser el duro fajador que sustituyera al fino estilista Juan Fernando López Aguilar. Ahora, el fino estilista Caamaño sustituye al duro fajador Bermejo. ¿Se acertará esta vez con ese misterioso punto de encuentro en el que un Gobierno socialista y el poder judicial puedan convivir en armonía e independencia? Nos permitimos dudarlo.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

Print Friendly, PDF & Email