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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

 

«No hay caminos para la paz, la paz es el camino»
Gandhi

Occidente tiene una duda, ¿debemos intervenir militarmente en Libia para defender al pueblo de las garras del dictador? Yo tengo otra duda, ¿realmente se desea proteger a los ciudadanos? ¿No tendrá algo que ver que nos encontramos ante el tercer productor de crudo de África? ¿descubrimos ahora, tras 42 años de dictadura, que Gadafi es un represor infame?

Primero, el mundo vive una revolución contra sus dictadores, sí, pero ni están cayendo todos, ni son todos los que están, los que deberían estar haciéndolo.

Segundo. El mundo desarrollado es testigo de guerras por todo el globo ante las que permanece impasible. En Zimbabwe, Camerún, en la llamada República democrática del Congo, en Somalia, en Liberia, o en Costa de Marfil, se viven conflictos permanentes y sus poblaciones sufren abusos atroces pero ¿la comunidad internacional propone la intervención?

No. Occidente se escandaliza porque Libia puede terminar salpicándonos, tanto en materia energética, como en términos de inmigración ilegal. Pero el asunto humanitario no encabeza la agenda de preocupaciones precisamente.

Sin duda la población civil merece del amparo de la Comunidad Internacional pero no parece que se esté planteando de forma desinteresada y , además,  nunca una intervención tuvo consecuencias previsibles. Robert Gates, ha advertido que la declaración de una zona de exclusión aérea sobre Libia supondría, en realidad, una intervención militar en ese país, con bombardeos sobre determinadas posiciones y el uso de numerosos aviones y barcos de guerra.

Algunos de esos bombardeos se llevarán por delante familias ajenas al conflicto, e incluso militares, que también son seres humanos, de esos que nunca tuvieron más bandera que la de la supervivencia en un país golpeado por el hambre; como se ve en todas las guerras.

Confieso, sin embargo, que es más fácil en esto tener más preguntas que respuestas. No todo el mundo es partidario del bombardeo por razones corsarias. Hay quienes lo defienden por ese sentimiento de solidaridad global, y desinteresado, que distingue la época en la que vivimos frente a las que nos precedieron.

Buena parte de ese sentimiento germinó gracias a las raices religiosas de nuestra sociedad. Aunque en el pasado eran puramente instrumentales la democracia y la revolución francesa dieron el componente desinteresado. Así que existir, existe sin duda.

Por eso creo que si de verdad lo que nos mueve es el humanitarismo, deberíamos dejarnos de mandangas militares y garantizar asilo a quienes viven acosados hoy por el dictador. Entre otras cosas, porque algo de responsabilidad tendremos cuando llevamos toda una vida riéndole las gracias a la bestia.

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