Primeras grietas en la alianza entre las tropas estadounidenses y los grupos armados suníes bautizados por los norteamericanos como «consejos del Despertar» (Al Sahwa). Los integrantes de esas brigadas «del Despertar»-muchos de ellos antiguos miembros de la resistencia armada iraquí- han decidido retirar su apoyo al Ejército estadounidense en la provincia de Diyala. Han suspendido sus patrullas de vigilancia, han clausurado temporalmente sus sedes y se ha impuesto un toque de queda en toda la provincia.  

     La tensión comenzó hace unos días, cuando dos chicas fueron secuestradas y asesinadas por varios hombres vestidos con el uniforme de las fuerzas de seguridad iraquíes. Las brigadas de Al Sahwa creen que esos hombres son milicianos chiíes y que efectivamente forman parte de las fuerzas de seguridad de Irak. Por eso exigieron al jefe de la policía de Diyala su dimisión y el arresto inmediato de todos los presuntos agentes implicados en la muerte de las dos adolescentes.

   La dimisión no ha llegado y las detenciones no se han producido aún. Así que Abu Abdullah, portavoz de Al Sahwa en Diyala, ha emitido un comunicado en el que anuncia «la suspensión de toda cooperación con las tropas estadounidenses, las fuerzas de seguridad iraquíes y el gobierno local».

   Hoy miles de personas han salido a la calle en la ciudad de Baquba para exigir la renuncia del comisario de Diyala, a quien acusan de actuar con sectarismo. El sábado hubo tres manifestaciones similares en varios puntos de la provincia iraquí en las que participaron miembros de las unidades «del Despertar».

    Es probable que esta ruptura de Al Sahwa con los estadounidenses no sea definitiva, pero evidencia que sus hombres no están dispuestos a conformarse con cobrar un sueldo mensual que les paga el Ejército norteamericano (entre 300 y 400 dólares).  Quieren formar parte de las fuerzas de seguridad de su país -controladas en la actualidad por líderes chiíes que, en algunos casos, han fomentado la violencia sectaria en Irak- y parece que están dispuestos a luchar y presionar para conseguirlo.

    Por el momento el gobierno de Irak, de mayoría chií,  no es partidario de ceder control y poder a milicianos suníes que en el pasado lucharon contra sus fuerzas de seguridad y en principio solo estaría dispuesto a incorporar en el Ejército o en la Policía a un pequeño porcentaje de los 80.000 hombres que componen las brigadas de Al Sahwa.

   La actuación de los milicianos «del Despertar» en la provincia de Diyala ha contribuido a contener la violencia y garantizar la seguridad.  Controlan un gran número de barrios y localidades. A las tropas ocupantes les conviene tenerlos a su lado. Para conseguirlo- al menos a medio y largo plazo- van a necesitar algo más que su estrategia actual: la simple compra de lealtades con dinero y armas.

  

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