Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «A dieciséis días de las elecciones, y a cuatro del primer debate Zapatero-Rajoy, la batalla por la victoria se presenta encarnizada. Las diferencias entre los dos principales partidos son pequeñas, dicen los sondeos, y la participación va a resultar decisiva. Pero, dejando a un lado ciencia tan abstrusa como la matemática electoral, es evidente que los debates entre los dos líderes pueden ser determinantes y que los candidatos se medirán en el terreno de la credibilidad.

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La credibilidad, asunto escurridizo y misterioso; una especie de campo magnético, en el que actúan fuerzas con distinta capacidad de atracción. ¿Cuál es la credibilidad de Zapatero? ¿Cuál la de Rajoy? El actual presidente ha jugado a pecho descubierto; acertada o equivocadamente, pero a cielo abierto, poniendo en cada caso su nombre y su prestigio por delante. Su fuerza y su debilidad son ramas del mismo árbol. En el caso de Rajoy, las cosas son distintas. Se presenta ahora como el hombre sereno y juicioso, enfrentado a un Zapatero crispador, una especie de agitador social. Rajoy cuenta con la amnesia nacional para ser aceptado como el político equilibrado y ecuánime que España necesita. Lástima que no todos hayamos perdido la memoria. Algunos nos acordamos del papel de su partido durante esta legislatura. Y o bien ese papel era una falsificación o lo es el actual. ¿Ha estado Rajoy disfrazado durante cuatro años o se ha disfrazado para la campaña? ¿Qué PP se presenta a las elecciones, el que ha hecho irrespirable esta legislatura o el que ahora quiere ser votado como paradigma de la ecuanimidad?. El problema de Rajoy es que representa a los dos, y uno de los dos es un impostor.»

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