Cecile Thibaud sostiene que la propuesta del PP de que gobierne la lista más votada en los Ayuntamientos es «poner trabas a la democracia» y parece una reforma electoral hecha para intentar guardar la supremacía del PP. La periodista de L´Express y La Tribune Geneve que es además vicepresidenta de Círculo de Corresponsales Extranjeros en España asegura en radiocable.com que es «curioso» que la reforma llegue justo cuando el bipartidismo está perdiendo fuerza y se está fragmentando el paisaje político. Añade que desde fuera parece evidente que es un intento de favorecer la única ventaja que aún tiene el PP de seguir siendo el partido más votado y sortear su gran debilidad: sus pocas posibilidades de formar alianzas con otros partidos.

Cecile Thibaud asegura: «La idea de obligar a que sea el partido más votado el que gobierne es muy rara porque es un poco poner trabas a la democracia. Partidos distintos pero que comparte ideario pueden perfectamente una mayoría de gobierno. Lo hacen continuamente en el Parlamento. Incluso debería ser un objetivo de la democracia: convencer a tus adversarios o a la gente con distinta opinión política.»

En referencia al umbral del 35% de los votos que quiere fijar el PP para que gobierne la lista que lo alcance apunta: «Es curioso porque parece que se ha hecho a medida para el PP. Hasta ahora era el único partido a la derecha, mientras la izquierda española ha estado tradicionalmente entre los comunistas y la social democracia. Y ahora tenemos los socialistas, los post comunistas y otras izquierdas. No es pecado tener variedades de opiniones en la izquierda y no veo por qué, aunque nadie tuviera el 35%, no pueden gobernar si juntándose son mayoría.»

La corresponsal añade: «Creo que la reforma llega además un poco a contratiempo, porque estamos viendo como el bipartidismo a lo mejor no está muerto, pero pierde fuerza. Y quizá Ciudadanos crezca dentro del centro derecha y el PP se vería abocado a aliarse con ellos. En Francia el sistema es muy distinto porque justamente llama a uniones de partidos. Hay una primera vuelta donde todo el mundo se expresa y defiende sus posiciones. Y luego en la segunda vuelta, las fuerzas de los distintos partidos tienen que juntarse para gobernar. Pero esta reforma está hecha tan a la medida del PP que no se entiende muy bien.»

En cuanto a la reacción social que puede provocar una medida como ésta, Cecile Thibaud indica: «Es curioso que justo cuando el bipartidismo pierde fuerza, un partido quiera imponer este tipo de reglas. Lo que se ve es que el paisaje político español se está fragmentado y todos los partidos se van a ver abocados a construir alianzas. Que no tiene por qué significar inestabilidad, simplemente que tendrán que juntarse y hacer programas en común.»

La periodista también analiza la imagen que proyecta una reforma como esta: «Lo que parece es que el PP está intentando guardar su supremacía. Porque ahora, la única ventaja que tiene el Partido Popular es que sigue siendo el más votado en general. Pero tiene una debilidad fuerte y es que no tiene posibilidad de alianzas, quizá sólo con Ciudadanos. La reforma electoral que proponen está hecha a la medida del PP y creo que en otros países del entorno que conocen un poco la situación lo ven y es evidente. En otros países se pueden hacer reformas como ésta, en Francia se hizo para beneficiar al partido en el poder. Pero creo que aqui es tan evidente que se hace para favorecer la única ventaja del PP.»

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