Veinticuatro horas después de haber visto «La Soledad», y todavía con el dulce regusto de anoche de » El amor en los tiempos del cólera», hago examen de conciencia y me pregunto ¿será como decía Picasso que  más importante que el propio pensamiento,  es el movimiento del pensamiento…? Si así fuera, quizá » La Soledad»  es una obra maestra de ingenio  precursora del cine futuro,  y lo que no lo sea  es mi criterio cinematográfico  (probablemente…) 
Es cierto que la base literaria de » El amor en los tiempos…» pone en la pantalla la mitad del trabajo hecho, pero es bien cierto también el riesgo de bodrio cuando se trabaja sobre un peso tan pesado. En este caso no se da y el resultado es magnífico. Esta, sí que no hay que perdérsela.
¡El que avisa, no es traidor…!

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