Deutsche Presse-Agentur (DPA), la mayor agencia de noticias alemana comunicó la semana pasada a sus trabajadores el cierre parcial de su servicio en español. Hasta hoy y desde hace 58 años, pese a tener un tamaño bastante inferior a otras agencias como EFE o AFP, su flujo de noticias llegaba a 280 teletipos por día. Pero a partir de ahora, su servicio abandonará el texto y se verá reducido únicamente a video y audio, lo que afectará al 80% de su plantilla. Algunos corresponsales señalan que con esta decisión se pierde «un puente informativo entre Alemania y el mundos hispanohablante».

La decisión fue una sorpresa en el mundo del periodismo, aunque las dificultades financieras del servicio de DPA en español, eran conocidas. Tenía dos grandes delegaciones en Madrid y Buenos Aires y corresponsalías en Río de Janeiro, Bogotá, Ciudad de México y La Habana. La empresa habla de cambios estructurales y cifra en 40 los despidos, pero los trabajadores creen que en total serán en torno a 70 los trabajadores que pierdan su empleo. En Buenos Aires, por ejemplo, los trabajadores aseguran que han sido despedidos 17 de los 20 empleados. Y la delegación de Madrid también quedará reducida a mínimos.  Así dieron la noticia, Jorge Volversänger o Jaramillo, algunos de sus principales editores.

Entre las razones aducidas por DPA para el cierre del servicio en español está la «alta competitividad del mercado latinoamericano. Allí estçan también presentes la agencia española EFE, la francesa AFP, la británica Reuters y la estadounidense Associated Press (AP). Pero DPA en español contaba con unos 50 clientes distribuidos por 20 países hispanohablantes. La Voz de Galicia, El Diario de Navarra y los deportivos Marca y As, estaban entre ellos en España, mientras que en Latinoamérica periódicos de prestigio como los argentinos Clarín o La Nación, el chileno El Mercurio o el mexicano Excélsior, habían contratado su servicio.

El anuncio del cierre del servicio en español de la agencia ha provocado numerosas reacciones en las redes sociales. Y muchos corresponsales extranjeros que trabajan en España han mostrado su pesar y lamentado la noticia.

Hans Kellner, de Deustchlandfunk: «Muy mala decisión también bajo aspectos estratégicos. El papel de Alemania en el mundo de habla hispana es aún más pequeño. ¿Quién se beneficia? América Latina se adentra en la esfera de influencia de Asia.»

Josef Manola, de OER: «Triste, impactante, pero también una señal del momento actual en el que las noticias investigadas ya no son valoradas (y recompensadas). Cerca de 70 empleados del servicio español de DPA pierden su puesto. Mis condolencias».

 

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