Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Cuatro observaciones sobre los incidentes de Santiago de Chile.

Una, a los españoles nos ha gustado lo que hizo el Rey, ha conectado con nuestros sentimientos, pero no debió actuar como lo hizo; él no presidía la sesión, lo hacia la presidenta chilena. A ella correspondía controlar los intolerables excesos de Hugo Chávez. La intervención de Don Juan Carlos dejó al descubierto el ambiguo papel que le toca desempeñar en estas cumbres. Es un jefe de estado más pero no es uno más porque es una especie de anfitrión perpetuo. Y esa posición es equívoca, suena a ??primus inter pares? sin serlo, a hermano mayor sin querer serlo. Todo ello demasiado fronterizo con lo que tantas suspicacias provoca: paternalismo post colonial, etc. El Rey siempre ha sabido manejar de forma maestra ese endiablado asunto, de equilibrio dificilísimo. Esta vez no lo ha logrado. Su reacción es humanamente explicable, es incluso muy popular, pero es un error.

Dos, el Rey lleva una temporada de excesiva exposición.

Tres, Zapatero se comportó como corresponde a un jefe del gobierno de España. Hizo lo más prudente. Si se va con el Rey eleva el incidente más de lo debido. Además, Zapatero regaló a Aznar una lección gratuita de conducta institucional y de buena educación. Dudo que Aznar la aproveche. Ya decía Heráclito que el carácter es el destino.

Cuatro, el PP culpa de los incidentes al PSOE. Asombroso. ¿Se imaginan la que hubiera montado Chávez si el presidente de España hubiera sido Rajoy?.»

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