Jose Luis López Gómez, ingeniero ferroviario de Talgo, ha sido nominado al Premio al Inventor Europeo, edición 2013, por un sistema de suspensión de ruedas que mejora considerablemente los viajes en trenes de alta velocidad. Es uno de los tres finalistas en la categoría «Industria». (Foto: Flickr/Vpm611958)

El premio rinde homenaje a aquellos inventores cuyos logros son ejemplos de la innovación necesaria para un desarrollo económico, tecnológico y social en Europa y cuyo trabajo pionero ofrece respuestas a los desafíos de nuestra época. Fue inaugurado en el 2006 y la Oficina Europea de Patentes (OEP) lo presenta anualmente y permite votar a los candidatos por internet.

El invento patentado en 2007 por López Gómez permite que el vagón y las ruedas se adapten automáticamente a las pendientes y las curvas, y evita que los pasajeros noten las fuerzas que tiran del tren mientras éste conduce por una curva.

«Los trenes de alta velocidad desempeñan un papel importante en una Europa cada vez más integrada. Son una alternativa ecológica a otros medios de transporte, y de ahí viene su papel esencial en el aumento de la movilidad laboral en Europa» dijo Benoît Batistelli, presidente de la OEP. «El invento del señor López Gómez demuestra que las empresas europeas son líderes de la innovación en este mercado creciente a nivel mundial.»

Tras 40 años trabajando en el desarrollo de la tecnología del productor de trenes de alta velocidad líder en España, López Gómez ha participado en numerosos proyectos de investigación y de desarrollo, contribuyendo de forma importante a las innovadoras Tecnologías de Talgo. Ha desempeñado un papel esencial en varios inventos patentados.

Su trabajo ha ayudado a la expansión de la empresa española que entre 2008 y 2011, vio como su flota operativa mundial pasó de 1.737 trenes de alta velocidad a 2.517. Entre 2009 y 2011, el número de kilómetros de vías asignadas a trenes de Talgo creció de 10.700 a 17.000. En 2014, se calcula que la flota global de Talgo contará más de 3.700 unidades que funcionarán en una red de vías que alcanzarán los 43.000 kilómetros en todo el mundo. Los trenes de Talgo están en funcionamiento en Francia, Suiza, Italia, Portugal, Kazajistán, Canadá y EEUU.

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