Cinco semanas después del derrumbe, los dos trabajadores que quedaron sepultados siguen sin haber sido rescatados y sus familiares, hartos de esta espera sin novedades, han emitido un comunicado crítico con el gobierno vasco y los municipios afectados están exigiendo responsabilidades. El lehendakari Iñigo Urkullu ha respondido lamentando “mucho” los errores que se hayan podido cometer pero esgrimiendo que han tenido que responder «a una situación inédita y de máxima complejidad”.

Derrumbre vertedero Zaldibar - Twitter Urkullu

La tragedia por el derrumbe en el vertedero de Zaldibar el pasado 6 de febrero cuando quedaron sepultados Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze sigue abierta. El difícil rescate de los cuerpos sigue sin haber sido posible y las familias denuncian estar hartas. En concreto la de Beltrán criticó un comunicado que el lehendakari, en un encuentro mantenido el pasado 13 de marzo, les informó de que “la Administración no tiene ninguna responsabilidad” y que la culpa recae “en Verter Recycling”.

Las familias han pedido a Urkullu “respeto, humanidad y decencia”. También ha habido una manifestación en Zalla, la localidad donde residía Joaquin Beltran, para recordar que siguen sin respuestas y sin sus restos. Además la oposición política del lehendakari ha critica los vaivenes en la gestión de la crisis y algunos grupos le han acusado de soberbia y falta de sensibilidad y credibilidad.

Iñigo Urkullu ha respondido asegurando que no tiene problema en asumir críticas y que lamenta los errores que se hayan podido cometer. Pero ha insistido en que su gobierno ha operado con la máxima diligencia para intentar encontrar a Sololuze y Beltrán, pero que el principal obstáculo es los geólogos insisten en que la zona es muy sensible y que debe intervenirse con máxima precaución.

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