El diario financiero británico repasa en una artículo que firma Tony Barber la estrategia del grupo creado por Amancio Ortega y ahora dirigido por Pablo Isla, para reducir el impacto en sus resultado de la crisis que asola España y Europa. En vez de optar por la descentralización, Inditex está reforzando su presencia en España y protegiendo su reputación y la participación de su mercado doméstico.

Sede de Inditex

El Financial Times asegura: «A pesar de que Inditex está ampliando su presencia en China, EE.UU. y América Latina, por no hablar de su negocio on line, el 70% de sus ventas llegaron de una Europa en plena plaga de receción. La proporción disminuye, pero se espera que sólo España aún represente este año, el 22% de las ventas globales. Sería un milagro que las duras condiciones que viven España y otras partes de Europa, no dejen huella en Inditex. La empresa no puede permitirse el lujo de ser complaciente. Afortunadamente, no parece que esto pueda ocurrir bajo al mando de Pablo Isla, que sustituyó al Sr. Ortega el año pasado.»

Detallan que «la expansión internacional de Inditex, aunque esencial para el futuro del grupo, no ciega a Isla sobre la importancia de proteger la reputación y la participación de su mercado doméstico. El corazón de Inditex está en España, en Galicia de hecho. Por algo la compañía está ampliando su sede en el pueblo de Arteixo. Esta será la casa de Zara y Zara Home, con sus equipos de venta y de diseño. Y el nuevo centro logístico de Massimo Dutti se está terminando en Tordera, (Barcelona).»

El texto añade: «en la fabricación de ropa, rivales como H&M traen el 75% de sus productos desde Asia, pero Inditex sigue haciendo la mitad de su ropa en su propio patio trasero -España, Portugal y Marruecos-. Detrás de esta eleccion se esconde un cálculo que cree que la velocidad y la flexibilidad, las cualidades por las que Inditex es conocida, se mantienen mejor guiando las operaciones globales desde España. Al principio de su carrera, tras la cancelación de un pedido que casi lo arruina, Ortega comentó: «Hay que tener cinco dedos tocando la fábrica y cinco tocando al cliente.» Mientras Inditex sigue este consejo, su futuro parece brillante.»

[Leer el artículo completo en el Financial Times]

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