La operación militar de Israel en Gaza está siendo estudiada al detalle por intelectuales y expertos en busca de las claves ocultas. Los Think tanks o laboratorios de ideas y pensamiento acogen la mayor parte de estos analisis, reflexiones y previsiones. En general, hay coincidencia en hablar de cálculos políticos por parte de todos los implicados y en considerar que la ofensiva acabará en breve. Alguno incluso cree que antes del 20 de enero.

Un bombardeo sobre Gaza
(Foto: Flickr/Saer)

En Athena Intelligence, José Luis Calvo detalla los objetivos israelies (pdf): «El primero es debilitar a Hamas, limitando su capacidad para atacar a Israel y dando una oportunidad a la Autoridad Nacional Palestina para recuperar el control de la Franja. […] En segundo lugar, y esto se está conviritendo en una peligrosa constante en la estrategia israelí, se ha emprendido una acción militar devastadora para provocar una reacción en la comunidad internacional. Ante las cifras de bajas y el escándalo en las opiniones públicas, sobre todo europeas, el habitualmente anquilosado proceso de paz se pone de nuevo en marcha con entusiasmo». También cree que la operación acabará antes del 20 de enero, cuando tome posesión Obama «para no quemar a su administración».

El Real Instituto Elcano acaba de publicar un análisis de Haizam Amirah Fernández en el que defiende que los ataques son una consecuencia de los cálculos políticos de todas las partes: «Interesaba que ocurriera a casi todos los estrategas de los bandos enfrentados y de las potencias y vecinos con capacidad de influir en ellos. El momento elegido responde al oportunismo político de los dirigentes israelíes que se presentan a las elecciones legislativas del 10 de febrero, y que han aprovechado la etapa de transición en EEUU antes de la llegada a la Casa Blanca del nuevo presidente, Barack Obama». Israel desea darle una lección contundente a Hamás, porque prefiere negociar con Fatah. Hamas, por su parte, atrapado por el bloqueo férreo ejercido por Israel y por el aislamiento internacional, quería romper el statu quo y atraer la atención.

En Safe Democracy, varios analisis defienden que la única solución al conflicto son las negociaciones de paz. Mario Sznajder considera que es casi imposible que Israel logre todos sus objetivos: «La asimetría entre Hamás, como víctima autoproclamada y autoeximida de toda responsabilidad por los hechos, en base a su debilidad, frente a Israel, el Estado fuerte y proclamado por Hamás y muchos otros como agresor ??al margen de lo que señale el examen objetivo de los hechos?? jugará en todo caso a favor de Hamás.»Y aunque lleguen a un acuerdo con Israel siempre habrán grupos más extremistas que decidan lanzar misiles u obuses de mortero […] Los dilemas de Israel, así como los de los palestinos, no tienen resolución de carácter violento o militar posible. La idea del conflicto de baja intensidad es sólo una base para estallidos de violencia que nada resolverán.»

En la Fundación CIDOB, Eduardo Soler sostiene que el de Gaza no es «El conflicto» en Oriente Próximo, sino «una matriz de conflictos que incluye también a Cisjordania, la situación en el Líbano, las relaciones entre Siria e Israel o el tema de los refugiados. La solución al conflicto sólo será duradera si se solucionan todas y cada una de estas cuestiones. Asimismo, una escalada de la violencia como la que estamos viviendo en una de sus dimensiones (en este caso en Gaza) tiene un impacto negativo directo en el resto de frentes. En otras palabras, la ofensiva israelí está dinamitando todo intento de disminuir de la tensión entre Líbano e Israel, añade nuevos focos de tensión en el propio Líbano y aparca, quizás durante varios años, una perspectiva de acuerdo de paz entre Damasco y Tel Aviv.»

En la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Dialogo Exterior, FRIDE, reflexionan sobre la necesidad de que la Unión Europea revise y cambie el enfoque de su polítca hacia Gaza. Habla de reconocer que «la estrategia de derrotar a Hamas en Gaza mientras se proseguía con las negociaciones de paz con Fatah ha empeorado la situación y no es una vìa hacia la paz.»

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