En los últimos años los menores de edad se han convertido tanto en autores como en víctimas de agresiones sexuales grupales. Este preocupante fenómeno, que coincide con el cambio en 2022 en la legislación española del delito de violación grupal, es analizado en The Conversation con especial foco en lo que podrían llamarse «minimanadas» (trazando un símil con el caso de la violación de San Fermín). Y se detallan tanto causas como posibles soluciones para este problema.


Tinnakorn Jorruang/Shutterstock
Alfredo Abadías Selma, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

Las agresiones sexuales representan una categoría de delitos que en los últimos años han cobrado gran relevancia en el debate público. Algunos casos recientes especialmente graves, de los que se han hecho un notable eco los medios de comunicación, han contribuido a su profundo impacto en la sociedad.

La modificación de la legislación sobre delitos sexuales de 2022 tiene uno de sus antecedentes en el tristemente célebre caso de la violación grupal conocida como “La manada”, ocurrida durante los sanfermines del 7 de julio de 2016. La víctima de esa violenta agresión, cometida por cinco individuos, tuvo que probar la existencia de violencia e intimidación. Es más, fue necesario recurrir a tres instancias judiciales para que finalmente se reconociera que lo sucedido era una agresión sexual.

En los últimos años, se ha observado un preocupante fenómeno: menores de edad son tanto autores como víctimas de agresiones sexuales grupales. Este caso tan singular genera desconcierto en la sociedad, llevando a muchos a cuestionarse las causas que hay detrás y qué medidas pueden implementarse para prevenir su reincidencia.

Entre esas causas encontramos serios problemas educativos. Pongamos un ejemplo: la decisión de un docente de requisar, aunque sea por muy poco tiempo, el teléfono móvil a un estudiante con el fin de mantener el orden en el aula puede desencadenar una confrontación. Es probable que el alumno se resista, argumentando que el dispositivo es de su propiedad.

Los menores conocen muy bien el derecho a la propiedad y/o posesión. Por contra, la esfera vital de la sexualidad por parte de estos es muy desconocida o está difuminada.

Algunos casos de “minimanadas”

En mayo de 2022, en Burjassot (Valencia), cinco menores fueron investigados por la violación grupal de dos niñas de 12 años. La investigación, finalizada en 2024, detalló cómo los agresores quedaron con las víctimas en una estación de metro con la excusa de dar un paseo. Las llevaron a una casa abandonada donde, tras un consentimiento inicial que luego fue retirado, las violaron. Interrumpidos por ruidos, los agresores intentaron huir, encontrándose con tres jóvenes a la salida, que resultaron ser conocidos. Uno tenía menos de 14 años. Las víctimas intentaron escapar y una de ellas logró esconderse, pero la otra fue alcanzada y violada por los cinco individuos.

En marzo de 2023 aparecía una noticia con el siguiente titular: Los Mossos investigan 4 agresiones sexuales en un centro comercial de Badalona. Entre estos casos llamaba la atención el de una menor de 11 años que presuntamente fue víctima de una agresión perpetrada por al menos cinco menores. Este caso presenta particularidades relevantes en cuanto a la situación legal de los presuntos agresores: uno de ellos se encuentra actualmente cumpliendo una medida de internamiento en régimen cerrado, otro está sujeto a un régimen de libertad vigilada, mientras que los tres restantes han sido considerados inimputables debido a su edad.

Más violentos en grupo que en solitario

Las agresiones sexuales perpetradas en grupo se caracterizan por una mayor hostilidad y violencia en comparación con las cometidas por un único agresor. Se observa una tendencia a que la edad de los perpetradores disminuya en proporción al número de individuos implicados en el acto delictivo. El Ministerio del Interior ha llevado a cabo estudios sobre este tipo de violencia sexual colectiva, llegando a investigar casos que involucran hasta quince agresores.

Según uno de estos estudios, los grupos de tres o más agresores suelen suelen estar compuestos muchas veces por adolescentes, y se llevan a cabo agresiones de mayor duración y gravedad, empleando más violencia física y verbal.

Buscar causas y soluciones

Del estudio Silenciadas, realizado por Save the Children en 2024 sobre agresiones sexuales en la adolescencia, se desprende que las agresiones sexuales grupales representaron un 4,2 % del total de denuncias por violencia sexual registradas en el año 2022 en España. Esta organización subraya la particular gravedad y persistencia temporal de este tipo de agresiones.

Por otro lado, se estima que la violencia sexual en Europa afecta a uno de cada cinco niños. Entre el 70 % y el 85 % de los menores conoce a sus agresores.

La crudeza de las agresiones sexuales grupales nos obliga a reflexionar sobre las causas subyacentes y las posibles soluciones para la prevención, la detección temprana y el abordaje integral de este fenómeno.The Conversation

Alfredo Abadías Selma, Coordinador del Máster en Derecho penal económico UNIR. Profesor de Derecho penal y Criminología, UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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