La organización ecologista advierte de que la compra de toallitas húmedas ha aumentado un 50%. Por «los graves daños ambientales y en infraestructuras de saneamiento» que causan, desde Greenpeace piden «que se dejen de utilizar y comercializar, y que en ningún caso se arrojen por el desagüe».

Greenpeace toallitas mar

Señalaron que «desde su aparición en el mercado han venido taponando desagües, alcantarillado y sistemas de depuración de nuestros pueblos y ciudades». Y recordaron que los costes económicos para eliminarlas de los sistemas de evacuación y depuración «alcanzan, solo en Europa, los 1.000 millones de euros anuales».

Además de producir atascos, explicaron que las toallitas se desintegran en micropartículas plásticas (microplásticos) y «terminan directamente en nuestros cauces, ríos y mares». Allí, las fibras plásticas pueden tardar más de 100 años en degradarse en fragmentos aún más pequeños y causan graves daños a la fauna marina- advierten.

Actualmente, informan, unas 700 especies de organismos marinos se ven afectados por contaminación plástica. Y, cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar, entre ellos los cada vez más abundantes restos de toallitas.

 

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