Aunque tenga más de 95 años y los crímenes fueron cometidos hace más de siete décadas y en plena 2ª Guerra Mundial, dos ex trabajadores de campos de concentración, una mujer que fue secretaria en Stutthof y un hombre que trabajó como guardia de seguridad en Sachsenhausen, han sido imputados por complicidad e incitación al asesinato de varios miles de personas.

En este mes de febrero de 2021, se han conocido dos casos que procesamiento de personas que participaron en la Segunda Guerra Mundial. La avanzada edad de ambos no ha impedido que la fiscalía considerase que pueden ser juzgados por sus crímenes.

En concreto se trata de un ex guardia del campo de concentración nazi de Sachsenhausen en Alemania al que se imputa por complicidad e incitación «a sabiendas y de manera deliberada» al asesinato de 3.518 prisioneros entre 1942 y 1945. El acusado tiene 100 años pero será juzgado. Pero además una mujer de 95 años ha sido acusada por presunta complicidad en más de 10.000 de casos de asesinato durante su desempeño como secretaria del campo de concentración de Stutthof (Polonia).

En ninguno de los casos ha trascendido la identidad de los imputados, pero se trata de casos que corresponden a la decena de investigaciones judiciales vinculadas a los crímenes nazis que continúan en curso en Alemania. En julio de 2020, el tribunal de Hamburgo condenó a dos años de prisión en suspenso a Bruno Dey, un ex guardia de un campo de concentración, de 93 años, por complicidad en 5.232 casos de asesinatos y tentativas de asesinatos en Stutthof.

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