La ocupación de París y otras zonas de Francia por las tropas alemanas empezó el 22 de junio de 1940. Y una de las prioridades de Hitler era hacerse con la mayor cantidad posible de obras de arte, especialmente las del Museo del Louvre. Pero estas pudieron salvarse gracias a la acción de Jacques Jaujard, entonces director del museo, la resistencia francesa que evacuó las obras y la ayuda del conde Wolff-Metternich, coronel alemán responsable del departamento para la «protección del arte» nazi, que contra pronóstico, colaboró para que nunca llegaran a Alemania. Se cumplen ahora 80 años de aquella historia que ha dado lugar a libros, documentales y películas aunque es poco conocida.

Uno de los principales protagonistas es Jacques Jaujard, un funcionario francés que llegó a dirigir el Museo del Louvre y mantuvo a las obras más valiosas como «La Gioconda» lejos del alcance de Hitler. Su historia fue detallada en libros como «Salvando a la Mona Lisa: la batalla para proteger al Louvre y sus tesoros durante la Segunda Guerra Mundial». El activismo de Jaujard para salvar obras de arte ya había empezado antes, ya que de hecho colaboró y supervisó la evacuación del Museo del Prado en 1938 durante la Guerra Civil española.

Y cuando la amenaza llegó a Francia, organizó la red de mudanza de las principales obras del Louvre a sitios seguros. En esta evacuación jugó también un papel clave, Rose Valland, miembro de la resistencia gala, que ayudo a salvar y luego recuperar del pillaje nazi más de 60.000 obras de arte. Gracias a las acciones de ambos, cuando los nazis ocuparon París, las paredes del Louvre estaban ya practicamente vacías y más de 3.600 obras estaban escondidas en castillo, almacenes, granjas o fábricas por toda Francia.

Aqui entra en juego el conde Franz von Wolff-Metternich. En teoría se trataba de un «enemigo», el responsable del Kunstschutz nazi, el departamento encargado de la «protección del arte», que en realidad buscaba saquear de miles de obras de arte en toda Europa para hacer un gran museo en honor a Hitler. Pero cuando conoció a Jaujard y se dio cuenta de la evacuación de las obras del Louvre, decidió colaborar en su protección y se convirtió en «el mejor aliado» de la iniciativa. Primero «cerró los ojos» sobre la estratagema y luego aplicó una interpretación de las órdenes que cumplía basada en el derecho internacional, evitando la exportación del arte a Alemania. Algo que le causó la hostilidad de los dirigentes nazis.

La películo Francofonía de Alexander Sokurov, cuenta la historia de los protagonistas de esta gesta. También hay documentales sobre ellos. Jaujard fue galardonado con la Legión de Honor y la Medailla de la Resistencia. Y al final de la guerra en ayuda de Wolff-Metternich y consiguió que él también recibiera la Legión de Honor, en recoocimiento a su ayuda.

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