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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Andan estos días aquí en Chicago discutiendo si la policía se extralimita con los inmigrantes porque los entregan al departamento de inmigración sin avisar a sus familias, hayan o no delinquido, con la consiguiente expulsión. Aquí los inmigrantes indocumentados son entre 12 y 35 millones y constituyen la base laboral del país. Ellos mismos bromean con lo de necesitar o no papeles porque en América -dicen- no se necesitan para nada. De vez en cuando eso sí, se producen redadas y expulsiones que terminan con las familias divididas y moralmente hundidas.

Ya conté mi experiencia en Twitter con la aduana de EEUU. No es muy original pues todo el mundo que ha viajado a EEUU recuerda una situación parecida. Me sacaron de la cola de pasaporte, dejando a María en un lado del aeropuerto sin saber donde me habían conducido. Fui llevado a una sala con lo mejor de cada casa, sin explicaciones, sin saber por qué.  Resulta que el oficial de pasaportes y su ordenador decimonónico, decidieron que había cuatro incongruencias en mi identidad. A saber: una que no escribí José en la tarjeta del avión, mi primer nombre que sí figura en el pasaporte, y las otras tres no fueron aclaradas. Todo eso tardé en saberlo hora y media.

Tuve que estar sentado allí junto a un policía que tenía cara de pocos amigos tratando de deducir el problema. A mi lado un paquistaní y una mujer peruana de 60 años que se mordía nerviosamente las uñas. Frente a mí sollozaba una chica venezolana a la que el policía malencarado había dicho: «reflexiona y cuando quieras contarme la verdad me llamas». Cuando pregunté si alguien podía avisar a María, el policía me contestó: luego podrás hacer tu llamada, ¿¿mi llamada??..en fin, todo muy inquietante.

La anécdota no tiene la menor importancia porque en efecto cuando contrastaron el pasaporte con mi DNI, hora y media más tarde, me dejaron salir al aeropuerto sin mayores problemas. Pero resultan chocantes muchas cosas. En un país que apenas cuenta con servicios públicos ¿que daño hace la inmigración? Aquí en EEUU no hay un sistema de protección social del que puedan beneficiarse: todo lo que necesitan tienen que pagarlo. Es como prohibirle a alguien entrar en el Corte Inglés. Por otra parte resulta muy llamativa la actitud altiva de los policías: cuentan con el beneplácito de la sociedad y es curioso porque aquí uno es culpable, hasta que se demuestre lo contrario.

Inmigración y aduanas de EEUU, el país que fue construido por inmigrantes de todo el mundo, es una ventana de sus propios temores. Bueno pues aún con todo, los inmigrantes afirman que en Europa somos todavía peor.

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