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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Que el PSOE estaba dispuesto a todo para no perder Extremadura queda demostrado por la oferta que hizo: varias consejerías para IU e incluso la vicepresidencia de la Comunidad Autónoma. Hasta el espinoso asunto de la Refinería Balboa estaban dispuestos a poner sobre la mesa, pero nada, IU no ha aceptado. Una pena pues era la oportunidad de oro para demostrar que se podía llevar al PSOE de la mano, hacia la izquierda.

El resultado de ese gobierno podía haber sido un escaparate perfecto de lo que la izquierda es capaz, cuando se pone a trabajar. Pero no ha sido así y es muy decepcionante.
?jala fuera diferente pero a día de hoy es evidente que IU no puede aspirar a ganar unas elecciones por mayoría absoluta. Ni el retrato sociológico español es así, ni se da el marco adecuado en la ley electoral. Así que este es seguramente el escenario más favorable al que podía aspirar la formación: ¿Les pareció poca cosa el co-gobierno de una comunidad autónoma, la última en la que resistió algo el PSOE a la hecatombe del 22m? ¿o quizá temían tener que demostrar que una cosa es protestar y otra diferente gobernar?

Todo indica que IU ha elegido seguir en la oposición en lugar de demostrar su capacidad para hacer política real, desde la propia administración, desde el propio sistema. Una de las cosas, precisamente, por las que uno se mete en política, en lugar de quedarse en los movimientos sociales.

Es indiscutible que IU incumple además una promesa que hizo: que no facilitaría el gobierno a la derecha y al hacerlo defrauda a muchos de los que confiaban en ello y a muchos de los que les votaron creyéndolo. Pero es peor la mirada tan local con la que se afronta la crisis, sin saber de la importancia que tiene su actuación para la izquierda nacional.

Este país necesita una izquierda verdaderamente unida y comprometida con los principios sociales; una izquierda gobernando, demostrando dónde se encuentran las diferencias entre unas políticas y otras, no una izquierda fragmentada y dividida por peleuchas, por vendettas de calle y en la siempre cómoda oposición.

El auge del PP es imparable y aunque apoyando a su partido, Hugo Martínez de Abarca (IU) expresa una duda muy razonable y que quiero hacer mía pues, como señala, «es una torpeza no quitar fuerza al inminente partido único allí donde se pueda y Extremadura es uno de los sitios donde se puede.»

Que el PP pueda hacerse con todas las Comunidades Autónomas, e incluso con el gobierno del país, es una muy mala noticia. Y no por simple rechazo, sino porque dejará sin representación a millones de personas, de sensibilidades progresistas muy diferentes. Millones de personas que creen que este país, y especialmente los más débiles, necesita de la ayuda y la protección de los progresistas: esos que cuando tienen que elegir se aferran a la protección social, incluso en la peor de las tempestadas.

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