Los corresponsales extranjeros que residen en España se han reunido esta semana con el presidente catalán. Hans Kellner explica en radiocable.com los detalles del encuentro. Destaca que sirvió para que en Cataluña se convencieran de que los corresponsales extranjeros no están «contaminados» y conocen bien el problema. El corresponsal de la radio publica Deutschlandfunk y la agencia Epd y presidente desde 2012 del Círculo de Corresponsales Extranjeros en España, añadió que tuvo la sensación de que Artur Mas se siente un poco «incomprendido» en el extranjero, aunque apunta: «En mi opinión la incomprensión fuera es tanto hacia la postura catalana como hacia la del gobierno español»

Hans Kellner explica: «Los corresponsales llevabamos solicitando un encuentro con Artur Mas desde hace dos años. Él ha tenido otros encuentros con corresponsales pero organizados por la propia Generalitat y con periodistas que ellos elegían. También habían invitado a periodistas extranjeros que residían en nuestros países. Invitaban a redactores de Berlín o Bruselas… pero hasta ahora a los corresponsales que vivimos en España no nos habían prestado la atención que deseábamos, pero este encuentro lo ha resuelto.»

Y añade: «En Cataluña se escucha mucho que los que vivimos en Madrid estamos contaminados, porque nuestras informaciones se basan mucho en la prensa de Madrid. Pero eso no es cierto no vivimos en una burbuja. Y en todo caso, si existiese una burbuja en Madrid, existiría la misma en Barcelona. El catalán que quiere saber cómo son los madrileños, no los políticos sino los madrileños, no se va a enterar consumiendo los medios catalanes. Y lo mismo pasa en Madrid. Hasta el punto que los medios extranjeros o los oyentes de mi radio en Alemania pueden estar mejor informados de lo que pasa en Cataluña que los oyentes de algunos medios aquí. Se debería hablar más de la gente y menos de los políticos.»

Kellner destaca que cree que el encuentro con Mas ha servido para «limar las posibles desconfianzas que podía haber sobre nosotros en la Generalitat, han visto que conocemos Cataluña y sus peculiaridades. En cuanto a Artur Mas le he visto como me esperaba, es alguien que controla muy bien el mensaje que quiere dar… y no dijo nada realmente sorprendente. Pero si me dio la sensación que busca que la Unión Europea ayude a encontrar, con España y Cataluña, una salida a esta situacion.»

Otro corresponsal que asistió al encuentro, Andrea Nicastro del Corriere della Sera escribió : «La invitación de la prensa extranjera forma parte de una nueva estrategia de exportación del problema catalán. Mas no oculta el objetivo: `Europa debe comprometerse. No digo que tenga que hacer de árbitro, pero entender que mientras que nosotros estamos dispuestos a mediar, Madrid levanta un muro. Sin embargo, después del voto nadie podrá fingir no ver´. Parece (y probablemente lo es) un mensaje de socorro”.

Para Hans Kellner dado que la Generalitat lleva dos años reuniéndose con medios extranjeros: «no puede hablarse ahora de mensaje de socorro. En todo caso si da un poco la sensación que les gustaría que su mensaje fuese mejor entendido en el exterior. Creo que se sienten un poco incomprendidos. Pero para mi la incomprensión es hacia ambos lados. Cuesta entender que el gobierno español no esté dispuesto a dejar salir algo de presión de la olla que es ahora mismo Cataluña hablando de buscar un mejor acomodo para Cataluña, que se podría hacer con pequeños retoques de la Constitución para hacer un modelo más federal. Es al menos lo que se cree desde Alemania y debilita en la escena internacional hablar solo de una respuesta legalista y no de un modelo más seductor para los catalanes. Pero es también difícil de entender y explicar la postura del gobierno catalán que sólo quiere hablar de la consulta del 9 de noviembre.»

El presidente del Círculo de Corresponsales también puntualiza que este encuentro no fue una invitación de la Generalitat. «Nosotros nos pagamos nuestros gastos, el billete de tren y quie se quedó en Barcelona se pagó el hotel. El coste para la Generalitat fue casi cero. Lo único que sí hicieron fue invitaros a comer.»

 

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