Stefanie Müller analiza en radiocable.com las consecuencias económicas del resultado electoral del 25M para Europa y para España. La corresponsal de Wirtschaftswoche asegura que los éxitos de la extrema derecha sobre todo y también aunque en menor medida de la extrema izquierda no son buenos para la economía pues crean inestabilidad y afectan a las decisiones políticas que se toman. Añade que el futuro económico de España va a depender en gran medida de lo que pase en la UE y de quien forme la Comisión, pero resalta una ventaja: «Ahora todos tienen la imagen de que España va mejor.»

Stefanie Müller dice: «Si miramos a Europa en general hay una tendencia política a la extrema derecha y en algunos casos a la extrema izquierda. Y esto nunca es un signo bueno para la economía, porque ésta necesita estabilidad política y sobre todo necesita flujo de mano de obra extranjera sin problemas. Que si las cosas no van bien en un país, los trabajadores pueden irse a otro… y en este sentido la ley que quiere sacar Alemania con restricciones para los europeos que están allí en paro, nos deja ver que son reacciones de un gobierno que quiere frenar las tendencias de extrema derecha y auntieuropeas que hay.»

A nivel de España señala: «Creo que la economía española depende muchísimo de lo que va a pasar en la UE y de quien va a formar la Comisión al final. Y otra cosa interesante y preocupante a nivel económico es el triunfo de ERC en Cataluña. Porque ellos no quieren soberanía fiscal, quieren la independencia y eso económicamente ni para Cataluña, ni para España sería una buena solución.»

La corresponsal añade: «A nivel de política de ahorro, creo que se va a inyectar más dinero en la economía para frenar un poco el movimiento de izquierda que critica esto. Pero al mismo tiempo habrá que equilibrar a la extrema derecha, que por ejemplo en Francia ha tenido tanto éxito. Realmente es un gran reto económico manejar estos resultado electorales.»

Stefanie Müller señala también: «La crisis nos ha enseñado que la imagen económica de un país depende muchísimo de las señales que vienen de fuera, del FMI, de la Comisión Europea, de qué dice Merkel sobre España por ejemplo… y ahora parece que han decidido todos que España va mejor, que Rajoy lo está haciendo bien, están mejorando los ratings… Hay muchas dudas de que eso sea de verdad real, pero es que la política es así: cuando se hablaba tan mal de España, España no estaba tan mal y ahora que se habla bien, hay que preguntarse si está bien de verdad.»

Y añade: «Pero lo cierto es que lo que piense la troika, la UE, el FMI o las agencias de rating sobre España va a ser muy importante para las inversiones en España, para que entre dinero, para que aumente la confianza de los consumidores… todo es parte del juego.»

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