Un artículo en La Nación firmado por  Carlos Pagni asegura que la victoria de Mariano Rajoy en las elecciones generales españolas servirá para «restaurar el vínculo con el otro lado del Atlántico» que en su opinión descuidó Zapatero. El diario cree que America Latina supone además para las empresas españolas un «mercado que las compense de las penurias europeas».

Rajiy y Cristina Fernandez de Krichner
(Foto: Flickr/Marianorajoy)

La Nación explica: «las urgencias determinan que, por un tiempo cuya magnitud se desconoce, Rajoy no tendrá otra prioridad que la supervivencia económica. Sus relaciones con el mundo, con América latina y con la Argentina serán modeladas por ese imperativo. La política exterior no figuró en la campaña electoral. Sin embargo, es posible que las mismas angustias que lo llevarán a prestar atención a Bruselas y Berlín hagan que Rajoy gire la cabeza hacia el otro lado del Atlántico. En un par de entrevistas adelantó que su cancillería se enfocará en la economía y el comercio, sobre todo con América Latina.»

Señalan además que: «España tiene del otro lado del océano una formidable área de reserva, capaz de compensar en algo la entropía europea. Las ganancias ultramarinas de las grandes empresas españolas comienzan a superar a las que obtienen en casa. Si toma ese camino, Rajoy estaría reponiendo la tradición diplomática postfranquista que quedó interrumpida durante el mandato de Rodríguez Zapatero. Felipe González y José María Aznar pusieron en valor el término Iberoamérica. Entendieron que en la aspiración a gravitar sobre los viejos reinos de Indias había un capital político que sus electorados apreciarían.»

«Las empresas españolas ansían que Rajoy restaure el vínculo con el otro lado del Atlántico. No sólo porque allí pueden encontrar un mercado que las compense de las penurias europeas. También porque se sienten desafiadas por la internacionalización de las compañías brasileñas, que se mueven siempre con el paraguas de Itamaraty. Brasil, México y, de a poco, Colombia están en el centro de la pantalla de los españoles.»

Y aseguran: «Como todo gallego que hace política, Rajoy está obligado a tener presente a la Argentina. La ha visitado muchas veces y, además, tiene cerca de sí a uno de los españoles que mejor la conoce, el ex secretario de Iberoamérica Miguel Angel Cortés, incansable predicador de los beneficios, materiales y simbólicos, que ofrece la comunidad de la lengua. Más allá de estas motivaciones, una lectura sinóptica de la escena global descubriría que en el reencuentro de España con América se expresa una corriente profunda de la historia.»

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