Numerosos medios internacionales siguen analizando las implicaciones del «No» del Congreso al referéndum catalán. Ponen el foco en cuál será la respuesta del gobierno regional de Artur Mas. Destacan que a diferencia del Plan Ibarretxe, la votación del Parlamento no desactivará el impulso independentista y creen que terminará habiendo consulta de una u otra manera. Y advierten que de la reacción y «sensatez» del gobierno central, del autonómico y de Europa dependerá la evolución del conflicto.

Frankfurter Rundschau cree que puede haber referéndum y la Generalitat decidirá si se deja llevar por el furor o el pragmatismo. La crónica de Martin Dahms advierte: «Hace falta mucha imaginación para vislumbrar lo que ocurrirá en los próximos meses. Un escenario probable: el parlamento y gobierno regional celebrarán el 9 de noviembre un referéndum en Cataluña y no se dejarán frenar tampoco por posibles prohibiciones judiciales. Si el gobierno español es inteligente, dejará que se celebre el referéndum y no mandará, por ejemplo, a la Guardia Civil para confiscar urnas electorales. El resultado será el que buscan los separatistas.

 

Después, todo dependerá de la sensatez del gobierno regional: si se deja llevar por el furor nacionalista, podría proclamar la independencia. Si se imponen los pragmáticos, expondrá el resultado del referéndum como prueba del derecho de Cataluña a la secesión. Y a partir de ahí, todo depende de cómo reaccione el extranjero, y sobre todo Europa. Pero actualmente nada apunta a que los socios de España vayan a reconocer la separación de Cataluña.»

Die Tageszeitung habla de un «No» inútil. El editorial de Reiner Wandler apunta: «El movimiento independentista catalán buscará vías junto al gobierno autonómico para consultar a los ciudadanos sobre el futuro de la región. Tarde o temprano lo conseguirán, puesto que la demanda de un referéndum de este tipo lleva ya mucho tiempo siendo mayoritaria. Una cosa parece clara: El tiempo trabaja a favor de los nacionalistas. Cada ‗no‘ de Madrid es una bofetada para los catalanes y refuerza el deseo de independencia.»

Liberation señala que a diferencia del Plan Ibarretxe, el no de Madrid no hiere la voluntad catalana. El texto de François Musseau dice «El objetivo de la maniobra catalana era presentar la voluntad solemne de emanciparse del Estado español y asumir su propio destino. Un poco como el nacionalista vasco Juan José Ibarretxe que, en enero del 2005, se había enfrentado a un rechazo por parte de las Cortés. El catalán Artur Mas sigue con la misma estrategia, pero con una diferencia importante: en aquella época, el no madrileño había detenido la iniciativa de los separatistas vascos; hoy, el rechazo de Madrid no hiere en nada la voluntad de los catalanes.»

La Croix cree que continuará el dialogo de sordos. La crónica de Valérie Demon afirma: «Los tres representantes nacionalistas e independentistas del Parlamento catalán se fueron con las manos vacías. Pero lejos de estar resignados. El gobierno regional no piensa anular su referéndum a vocación puramente consultativa. El diálogo de sordos va a seguir. Si los catalanes quieren votar, pueden pedir una reforma de la Constitución, hace valer Mariano Rajoy. Pero tal modificación no podrá ser aprobada sin el Partido Popular, mayoritario en el Parlamento, y poco dispuesto al diálogo reclamado por los catalanes.»

The Nation apunta que el PP se deleita haciendo cosas que provocan a Cataluña. El texto de Conn Hallinan con Foreign Policy ijn focus sostiene: «El PP ha sido en general desmañado con Cataluña y parece deleitarse hallando cosas que provoquen a los catalanes: si Cataluña prohíbe las corridas de toros, Madrid aprueba una ley declarándolas herencia cultural nacional. Los vascos recaudan sus propios impuestos; los catalanes, no- ¿Cómo reaccionaría la UE ante una Cataluña independiente? ¿Y haría algo el Gobierno de Madrid sobre ello? Cuesta imaginar al ejército español involucrándose, aunque fueron exministros de Franco los que crearon el partido de Rajoy y la aversión entre Madrid y Barcelona es palpable.»

De Standaard dice que Cataluña no cede y que tiene ahora dos opciones. El texto de Merlijn de Waal explica: «La iniciativa corresponde ahora al Gobierno catalán y sólo quedan dos opciones. La primera consistiría en organizar un referéndum clandestino. En otras consultas similares se registraron elevadísimos porcentajes a favor de la independencia, pero la participación siempre fue muy baja ya que los oponentes boicotearon la iniciativa, restando legitimidad a esta opción. Otra opción consistiría en convocar elecciones anticipadas e interpretar el resultado de las urnas como un seudo-referéndum, pero esta opción tendría un elevado riesgo para CiU. Todo apunta a que los comicios anticipados convertirían a ERC en el mayor partido pero sin alcanzar la mayoría absoluta.»

Rzeczpospolita señala que Cataluña no quiere seguir el camnio de Crimea. Dice: «El presidente del Cataluña, Artur Mas ha rechazado categóricamente la comparación de intentar conseguir la independencia de Cataluña con la proclamación de la independencia de Crimea. ´Tal comparación es una locura´ ha dicho. Las acciones unilaterales de las autoridades catalanas provocan en España comparaciones con la situación en Kiev. Por lo tanto, han provocado una reacción furiosa de Mas. El líder catalán, Artur Mas tiene una opinión distinta. A pesar de la sentencia negativa del Tribunal Constitucional español y ahora también del parlamento, ya ha anunciado que el gobierno de la región continuará los preparativos para la votación programada para el día 9 de noviembre.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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