La designación como nueva presidenta del Banco Santander de la hija del fallecido Emilio Botín es destacada y en general bien valorada por medios internacionales, analistas e inversores. Señalan que el hecho de perpetuar la dinastía familiar puede parecer «preocupante a primera vista» y se aleja de los estándares modernos de gobierno corporativo, Ana Patricia Botín tiene la «experiencia adecuada», es una «astuta banquera» y su trayectoria es más que «decente». Aunque la prensa extranjera señala que se enfrenta a una serie de retos importantes al frente de la entidad, siendo quizá el principal definir la estrategia a largo plazo del Santander.

The Economist dice que Ana Patricia tiene «la experiencia adecuada» y ha causado buena impresión en la City de Londres. El artículo se titula «De casta le viene al galgo» y apunta que Emilio Botín es un «ejemplo difícil de seguir» pero Ana Botín parece tener la experiencia adecuada para desempeñar bien el trabajo. Recuerda su buen papel en Banesto y Santander UK y destaca que a diferencia de su padre, tiene un inglés impecable y una perspectiva y proyección más internacional. Apunta en cualquier caso que un gran cambio de estrategia es poco probable a corto plazo, ya que el rumbo actual parece estar funcionando. No obstante, el texto señala retos para Ana Botín: la recesión en Brasil, fuente de una quinta parte de los ingresos, la finalización de sus operaciones en EE UU, el “tema tabú” de los dividendos y sus niveles de core capital.

Financial Times señala que el mayor reto de Ana Patricia Botín es definir la estrategia a largo plazo del Santander. En la columna Lex dicen que «a primera vista», la decisión de nombrar a la hija de Emilio Botín como presidente es «preocupante» porque  las dinastías familiares son «cosa de la historia» de la banca europea, no de su futuro. Sin embargo señala que Ana Botín se ha sometido a un largo aprendizaje y su trayectoria en sus más recientes cargos en Reino Unido es «decente». Pero resalta que además de retos como reforzar el capital del grupo, recortar costes y vérselas con una economía mundial renqueante, Ana Botín se enfrentará a otro más significativo: definir qué es exactamente el Santander. Apunta que un banco centrado en España, Portugal e Iberoamérica tiene sentido, pero las operaciones en Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Polonia no encajan en el molde. Por eso cree que debe definir su estrategia a largo plazo.

Wall Street Journal resalta que será la primera mujer en dirigir los destinos de un banco europeo de primer nivel. Recoge que la decisión unánime del consejo del Santander extiende a la cuarta generación la dinastía de los Botín al mando de la entidad y convierte a Ana Patricia Botín, de 53 años, en la primera mujer en dirigir los destinos de un banco europeo de primer nivel. Recoge que competidores y colaboradores subrayan que Ana Patricia está bien preparada para suceder a su padre y es una astuta banquera. Pero señala que algunos han indicado en privado que el Santander dejó pasar una oportunidad para poner fin a la dinastía familiar y seguir más de cerca los estándares internacionales de gobierno corporativo, que no ven con buenos ojos esta clase de traspasos.

Reuters dice que sus habilidades bancarias y no su nombre son la clave del éxito de Ana Botín en el Santander. Destaca que su nombramiento es señal de «una continuidad en la estrategia» del banco que ha gustado a los analistas e inversores y añade que se espera que demuestre su valía haciendo crecer la entidad con adquisiciones y modernizándola. También apunta que aunque algunos grandes fondos internacionales accionistas del Santander en el pasado se habían mostrado reticentes a aceptar el control de Botin, «ninguno ha hablado hasta ahora». Y cita que Sheila Bair, miembro del consejo representando a estos fondos ha asegurado que el nombre no ha tenido nada que ver en el nombramiento, sino que se debe solo a su valía profesional.

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