La prensa extranjera analiza la venta del grueso de la participación de la petrolera mexicana en la multinacional española. Destacan que es el fin a una relación accionarial de más de 25 años, pero que en los últimos tiempos se había deteriorado y tensado. También apuntan que los ingresos permitirán a Pemex reforzarse en el mercado mexicano que  va a abrirse a la competencia.

Excélsior cree que la venta de la participación en Repsol ha sido una decisión inteligente de Pemex tras una «amarga experiencia» . El artículo de José Yuste explica: «La decisión de Pemex de vender su participación en la compañía petrolera Repsol fue inteligente. La principal decisión de dejar Repsol vino de la Secretaría de Hacienda, de Luis Videgaray, quien junto con el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y el director de Pemex, Emilio Lozoya, vieron una oportunidad para salirse de la compañía española y entrar donde van a necesitar todos los recursos, a la apertura en México. Pemex ha elegido los pozos y campos que se quiere quedar y considera estratégicos. Va a necesitar recursos para lograrlo, y máxime cuando venga la competencia.

 

Y conste que Pemex todavía hizo un intento para estar en Repsol. Fue el encargado de mediar entre el gobierno argentino y el español para que Repsol pudiera cobrar indemnización por la nacionalización que se le hizo en el país sudamericano. Ni así funcionó que las cosas cambiaran. La historia de Pemex en Repsol fue de una amarga experiencia, donde nunca se logró tener más valor agregado ni sinergias.»

Financial Times destaca que la salida de Pemex es la rúbrica a una relación cada vez mas «conflictiva». Su crónica sostiene: «Pemex vende el grueso de su participación en Repsol en un movimiento que pone la rúbrica a una relación cada vez más díscola y libera unos 2.000 millones para una inversión más productiva de Pemex justo cuando México abre su sector energético en una reforma histórica. Era algo sido ampliamente esperado e incluso señalado como un movimiento inteligente por el gobierno mexicano.

 

Estaba cada vez más claro que había poco amor perdido entre Pemex y Repsol. A finales del año pasado, Emilio Lozoya, director de Pemex, arremetió contra la remuneración al presidente de Repsol, Antonio Brufau por desmedida en relación a su gestión en la compañía. También dijo que desde que el actual equipo tomó el timón en Repsol, el regreso de Pemex sobre su inversión había sido cero.»

Wall Street Journal señala que los ingresos por salir de Repsol ayudarán a Pemex en México. La crónica de Laurence Lliff explica: «Los 104,1 millones que representan la mayoría del 9,3% que Pemex posee en Repsol, tienen un valor de cerca de 3.000 millones de dólares a los precios actuales. Funcionarios mejicanos han manifestado que la venta de la participación conviene a los intereses de Pemex, debido a que puede utilizar el dinero para apuntalar sus esfuerzos de exploración y producción. Pemex pronto se enfrentará a la competencia privada por primera vez en 76 años en cuanto el congreso apruebe una reforma energética. La empresa estatal mexicana ha tenido una relación difícil con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en los últimos años, desde su asiento en la junta de Repsol había intentado, sin éxito, desalojarle de su cargo.»

La BBC resalta que la relación de Pemex con Repsol estaba bajo presión desde que en 2011 apoyara el intento de Sacyr de controlar la compañía española. Dice: «El gigante petrolero estatal mexicano Pemex ha vendido la mayor parte de su participación en la empresa energética española Repsol por aproximadamente 2.200 millones de euros. Pemex era accionista de Repsol desde hace más de 25 años. Pero la relación ha estado bajo presión desde el año 2011 cuando Pemex apoyó un fallido intento del grupo constructor español Sacyr para tomar el control de Repsol. Recientemente Repsol nombró a un director ejecutivo no apoyado por Pemex.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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