La decisión del Parlamento español de aceptar la iniciativa legisltaiva popular por la dación en pago es destacada por varios medios foráneos. Recogen que el Partido Popular cambió su voto a última hora permitiendo que la petición fuera aprobada y lo achacan a la presión de la opinión pública muy sensibilizada con un problema que afecta a miles de ciudadanos y está incluso provocando suicidios.

Protesta contra un desahucio
(Foto: Flickr/Antonio Martin Segovia)

Fox News se hace eco de los suicidios y la cesión del PP sobre la ILP. Su nota dice: «Un matrimonio de jubilados ????se suicidó dejando una nota diciendo que iban a perder su casa. El caso ha desatado una protesta sobre las duras leyes de desalojo en España mientras se debaten en el Parlamento posibles cambios.El Partido Popular en el poder cedió a las demandas para que se revise la ley hipotecaria y de desahucio a medida que más personas pierden sus hogares en medio de la recesión y el 26% de desempleo. Más de 350.000 españoles recibieron órdenes de desalojo desde 2008.»

Euronews habla de victoria inesperada de la calle. Explican: «La calle ha obtenido una victoria contra todas las probabilidades. El Parlamento español acordó el martes abrir un debate en contra de los desahucios de propietarios endeudados, respondiendo favorablemente a una iniciativa popular que ha recogido cerca de 1,5 millones de firmas, casi el triple de las 500.000 necesarias en España. El Partido Popular, que tiene mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, aceptó discutir un proyecto de ley para resolver este problema.»

De Volkskrant destaca que el PP, dañado por el caso Bárcenas cedió a última hora a la fuerte presión de la opinión pública. La crónica de su corresponsal Steven Adolf afirma: «Los españoles exigen que se ponga fin a los desahucios. Bajo la fuerte presión de la opinión pública, el parlamento español ha decidido en última instancia admitir a trámite un proyecto de ley que permitirá condonar la deuda de las hipotecas de personas desahuciadas, con efecto retroactivo. En el proyecto de ley se contemplaría también la paralización de los desahucios masivos. El partido en el gobierno del presidente Rajoy cedió ayer por la noche en el último momento, tras una fuerte ola de tweets agresivos en Internet y tras una fuerte concentración de manifestantes frente al parlamento.

La iniciativa popular, que fue firmada por 1,4 millones de españoles, generó en los pasados días una enorme tensión. El gobierno de Rajoy, que sufrió un serio golpe la semana pasada debido a los escándalos de corrupción en torno a la financiación del propio partido, se veía cada vez más en apuros. El moviendo Occupy que procede originariamente de España y que defiende a los centenares de miles de propietarios de viviendas que fueron desahuciados por los bancos en España en los pasados años ha recibo gran respaldo para presentar sus propuestas.»

AFP destaca el papel y presión de la PAH tras la ILP. «Una pareja de pensionistas se mató en España a causa de un desahucio cuando los diputados están considerando salvar por ley a los propietarios de viviendas arruinados para que no sean arrojados a la calle. El nuevo proyecto de ley se ha presentado al parlamento por la PAH, un movimiento popular por el derecho a la vivienda, qu reunió 1,4 millones de firmas. La PAH ha hecho campaña llevando a masas de gente a las casas de los desalojados y con sentandas en los portales para impedir a la policia y alguaciles ejecutar las órdenes de desalojo.

Decenas de manifestantes se reunieron frente al Parlamento el martes mientras los diputados se disponían a votar si aceptaban o no el proyecto de ley. Un puñado de partidarios del PAH fueron expulsados de la tribuna de la cámara cuando irrumpieron gritando tras respaldar el Partido Popular la moción.»

De Morgen señala que los españoles fuerzan la suspensión de los desahucios. Explican: «El Congreso de los Diputados somete a debate, tras una fuerte presión política, una proposición de ley sobre la dación en pago con efecto retroactivo. También se suspenderá la oleada de desahucios. El PP de Mariano Rajoy dio ayer el paso tras un aluvión de tweets y movilizaciones ante el Parlamento. La iniciativa popular, que logró reunir 1,4 millones de firmas, generó una inusitada presión política. El Gobierno Rajoy, que la semana pasada resultó muy dañado por presuntos escándalos de corrupción en torno a la financiación del partido, se sintió muy presionado.»

The Australian resalta que el Parlamento acepta debatir la ILP. Recogen: «Una pareja de jubilados en España se ha suicidado porque se enfrentaban a un desalojo. Es el último de una serie de suicidios presuntamente vinculados a los desahucios. Horas más tarde, en Madrid, los miembros del parlamento aceptaron debatir un moción de ciudadanos para proteger a los propietarios pobres del desalojo -un destino que enfrentan cientos de miles de personas en España. La cámara baja del parlamento accedió a debatir el proyecto de ley después de que los diputados del gobernante Partido Popular conservador eficaz respaldaran la moción a pesar de su resistencia previa.»

ACTUALIZACI?N:

Die Tageszeitung asegura que es un éxito contra Rajoy. El editorial de Reiner Wandler explica: «`¡Sí se puede!´, es el lema de las protestas españolas contra los desahucios. Y es cierto. El proyecto de ley trata de frenar de inmediato los desalojos. Además prevé una dación de pago para aquellos que ya han perdido su vivienda. Pues a diferencia de Estados Unidos, los deudores españoles pierden la vivienda, pero una importante parte de la deuda permanece.

Las plataformas tendrán que seguir ejerciendo presión para que su iniciativa legislativa realmente se plasme en una ley. A los afectados y activistas aún les espera un largo camino. Pero ya ahora han conseguido una cosa. Han demostrado que merece la pena salir a la calle. Nada es inevitable y a toda política hay una alternativa, aunque Madrid afirme lo contrario. Por primera vez, los conservadores, que gobiernan con mayoría absoluta, han cedido. Han tenido que admitir que la victoria electoral no legitima todo. Y que la voz del pueblo no solo se manifiesta cada cuatro años en las urnas, sino también en la calle.»

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