Los editoriales de buena parte de los principales diarios europeos se muestran escépticos sobre el plan de ayuda a España. Creen que el rescate no soluciona los problemas de fondo ni de España, ni de la eurozona.

Monumento al euro

(Foto: Flickr/sergei2k)

Financial Times cree que la eurozona se ha comprado tiempo para sí misma. El editorial asegura: «El papel de Madrid en la crisis financiera tiene la errática característica de Dr. Jekyll y Mr. Hide. Ha virado impredeciblemente desde la personificación de la mayor amenaza al euro hasta el empuje a las reformas que tanto necesita la Unión Monetaria. Es vital que el acuerdo sobre la ayuda financiera de la eurozona a los bancos españoles constituya un paso hacia una solución permanente y no una reduplicación de pasados errores.

Sin embargo, no se afronta la cuestión de la disfunción clave del euro. En lugar de cortar un abrazo letal entre una deuda soberana estresada y unos sistemas bancarios débiles, el anticipo en efectivo para rescatar a los bancos con fondos de los contribuyentes se suma a la carga de las finanzas públicas de Madrid. Si la situación de los bancos españoles resulta mucho peor de lo esperado, esta actuación podría equivaler a poner al país la soga con la que colgarse, repitiendo el error irlandés.»

The Guardian cree que el acuerdo arregla muy poco. Su editorial sostiene : ??España y la crisis del euro: cuando cien mil millones no solucionan demasiado??Independientemente de lo que puedan decir Mariano Rajoy o el FMI, el acuerdo del sábado arregla muy poco. La única certeza es que la aceptación por Rajoy de la línea de crédito de 100.000 millones marca una nueva fase de la eurocrisis. Primero, confirma que la escala del problema es mayor de lo que se sugirió con antelación: la economía española es casi el doble de grande que la de los tres países que ya han sido rescatados. Segundo, Madrid no puede ser tildado de una administración despilfarradora como las de Lisboa y Atenas,

Die Welt cree que el rescate deja más preguntas que respuestas. El editorial es de Thomas Exner y apunta: «Una vez más volvemos a encontrarnos ante un rescate que plantea más preguntas que respuestas. En la ayuda para los bancos españoles, los contribuyentes europeos vuelven a asumir responsabilidades con una suma increíblemente grande para el sentido común, sin poder estar seguros de que la moneda que comparten realmente esté ni un ápice más segura por ello. Y una vez más, la política vuelve a mostrarse tan marcadamente optimista que la desconfianza de los ciudadanos, entretanto convertidos mayoritariamente en escépticos, vuelve a verse alimentada inmediatamente.

Es cierto que, bajo el efecto de situaciones extremas de crisis extremas, a veces pueden mponerse cambios que nadie habría creído posibles en tiempos normales. Pero la historia de la gestión europea de crisis en los últimos tres años pone más bien en duda que esto sea cierto. Más probable es que la ayuda para los bancos españoles se vea secundada por sucesivas operaciones de rescate. Y cada una de ellas hará parecer un poco más pequeña la idea europea.»

La Libre Belgique destaca que Europa no está salvada. En su editorial, firmado por Ariane van Caloen, apuntan: «Poco después de que Europa confirmase un plan que consiste en abrir una línea de crédito para recapitalizar a las entidades bancarias en dificultad, el Presidente Rajoy subrayó que el euro había ganado en credibilidad. ¿Está Rajoy realmente convencido de lo que dice? No nos parece, ya que abundaron las críticas tras conocerse la medida.»

The Independent habla de medida adecuada aunque quiza no sea suficiente para salvar a España. Resaltan: «Si Europa ha resuelto colectivamente una pieza clave de la crisis económica europea o únicamente ha evitado los problemas por algún tiempo, es algo que no se sabrá hasta más adelante. La suerte del rescate no está en manos españolas, si no en las de esos temidos mercados cuyas reacciones tardan algún tiempo en conocerse. La otra duda en relación con el rescate español es su efecto potencialmente desestabilizador en otros países en crisis empezando por Irlanda, Portugal, Italia y Grecia. Los irlandeses, y algunos otros, probablemente empezarán ahora a pedir las mismas condiciones para sus rescates.

Handelsblatt cree que el plan es una prueba de la incapacidad política europea. El editorial lo firma Anne Grüttner resalta:» En el fondo es una prueba de incapacidad de la política europea que este crédito para España se haya concedido. No era necesario: bajo condiciones normales de mercado, España lo podía haber conseguido por su cuenta. El problema fundamental sigue ahí: una vez más, los gobiernos de la eurozona se han sometido al dictado de los mercados financieros, una vez más quieren solucionar el problema poniendo a disposición una montaña inabarcable de dinero. Pero, en el fondo, la desconfianza de los inversores en el mercado financiero no se dirige contra países puntuales ?? a excepción de los tres Estados rescatados.»

De Morgen advierte que la ayuda a España no será la última. El comentario que firma Paul de Grauwe dice: «España recibe ahora un crédito del fondo de rescate europeo para recapitalizar a los bancos. Podríamos pensar que el problema está resuelto pero la verdad es muy distinta. Las autoridades alemanas han obligado a España a ofrecer las garantías necesarias este crédito del FEEF. Si las cosas se tercian y se produce la quiebra de alguna entidad española, el Estado español tendrá que hacerse cargo del crédito correspondiente. La solución habría consistido en repartir el riesgo entre los países participantes a esta operación. Esto hubiese permitido desligar la crisis bancaria española de la crisis de la deuda española.»

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