Jaime Mayor Oreja es ese demócrata abnegado que en 2002 llegó tarde a la votación del Presupuesto en el Parlamento Vasco, y con ello permitió que Ibarretxe obtuviese la financiación necesaria para llevar su plan hasta Madrid.

Su reacción fue de esperar de Mayor Oreja: echarle la cúlpa a los odiosos nacionalistas que le timaron (no por no saber el día y la hora de la votación). En cambio la reacción de Pepe Blanco fue la esperar de un demócrata: callarse y acetpar sus disculpas (extrañamente las pidió, suponemos en nombre del Partido Nacionalista Vasco, dado que le echó la culpa).

Como sabemos la historia terminó con Plan del Lendakari en Madrid, donde se debatió en pleno y fue rechazado. Eso sí era democracia en marcha. Jaime Mayor Oreja terminó en Bruselas.

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