??Una parte de la clase política española continúa manteniendo una clara aversión por todo aquello que es marroquí.» Es lo que escribe Abou Jihad en el diario Al Bayane irritado por la atención que se está prestando en España a la huelga de hambre del defensor saharaui de derechos humanos Ali Salem Tamek. En concreto parece criticar el apoyo que la Asamblea por  Tenerife, un movimiento social que agrupa a unas 30 organizaciones cívicas, políticas y sindicales, ha brindado por carta al activista.

 

Ali Salem Tamek

«Cuando se trata de hacer valer los derechos legítimos de los marroquíes en lo que respecta a su integridad territorial? El caso más flagrante no es otro que la asunción de las reivindicaciones secesionistas de Tamek y de su grupo, exigiendo de Marruecos nada menos que su liberación. A esos políticos no les insultaremos recordándoles las más elementales reglas de decoro. Recordándoles que Marruecos jamás se ha permitido echar leña al fuego en lo que respecta al separatismo vasco exigiendo la liberación de los líderes del grupo ETA. Sin embargo, la historia de las relaciones bilaterales es suficientemente tumultuosa para explotar este ??filón?? y así molestar a nuestro vecino del ??Norte??», asegura el artículo.

«Los senadores españoles deben ponerse al día en vez de permanecer en un pasado ya lejano, el de la potencia colonial. Y, en ese marco, y para realizar un buen trabajo, corresponde a los políticos españoles el dar prueba de imaginación para pasar página?En espera de ello, la rueda de la Historia sigue girando. Y no es necesario recordar a aquellos que buscan pararla, que acabarán siendo aplastados en su camino. Don Quijote ya pagó las consecuencias?»

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