Gazeta Wyborcza recoge en un artículo que firma su corresponsal Maciej Stasinski los intentos de cambiar la Ley de Mecenazgo para que la Iglesia Católica española pague impuestos sobre sus bienes inmuebles. Destacan que es una iniciativa de la izquierda, pero que cuenta con un respaldo popular dada la situación de crisis que vive España.

Sede de la Conferencia Episcopal Española
(Foto: Flickr/Conferencia episcopal española)

Gazeta Wyborcza explica: «La oposición de izquierdas quiere imponer impuestos sobre los inmuebles de la Iglesia católica en España. El gobierno de derechas está en contra, pero un 80% de españoles está de acuerdo con que los religiosos deben apretarse el cinturón también. Se trata de centenares de millones de euros anuales. Los socialistas han exigido a sus concejales y diputados que preparen un registro de los inmuebles de la Iglesia católica que no son lugares de culto religioso. Junto con la izquierda postcomunista quieren imponer impuestos sobre estos inmuebles.»

Añaden: «Y tienen dos argumentos. Primero, la Iglesia católica y otras asociaciones religiosas han acumulado demasiados privilegios financieros y fiscales frente a los ciudadanos u otras organizaciones y asociaciones que además son mayores que en otros países. Segundo, la izquierda opina que estos privilegios están fuera del lugar, sobre todo en unos tiempos en los que se padece la crisis económica más grave desde hace cincuenta años que ha privado a centenares de miles de personas tanto de empleo como de perspectivas, les priva de casas y viviendas llevándoles a la pobreza.»

El texto resalta también que «la solicitud de la izquierda la apoya un 80 % de los españoles ha informado el diario El País. Se opone la misma Iglesia así como el gobierno de derechas de Mariano Rajoy. El PP ha enviado a sus concejales una directiva opuesta que les ordena oponerse a los socialistas. En algunos pueblos ya lo han hecho. No obstante, el patrimonio de la Iglesia Católica no está bien calculado y valorado. Las finanzas de la Iglesia no son públicas.»

[Leer el artículo completo en Gazeta Wyborcza]

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