El semanario aleman publica un artículo que resalta que mientras otras muchas ciudades aspiran a ser inteligentes, Santander ya es un prototipo de urbe digital hecha realidad. Detallan como gracias al impulso del alcade Iñigo de la Serna del PP, miles de sensores avisan de los atascos y regulan el riego en los parques o las luces de la calle.

Una calle de Santander
(Foto: Flickr/Smart Santander)

Der Spiegel dice: «Ciudades de todo el mundo se han marcado para sí el mismo objetivo. Amsterdam, Barcelona, Birmingham, Dubai, Helsinki, San Diego, Estocolmo, Nanjing, Viena, Yokohama… todas comparten la aspiracion de convertirse en smart cities o ciudades inteligentes. Pero una antigua ciudad portuaria en la costa atlántica de España ha pasado al primer plano de los aspirantes. A pesar de sus finanzas con problemas de liquidez, Santander es ya bastante inteligente. Su alcalde Iñigo de la Serna, del Partido Popular, declara con orgullo: `Este es el futuro. Es la única forma de cambiar las cosas´.»

Y explican: «Luis Muñoz, un profesor de informática en la Universidad de Cantabria ha recibido cerca de 9 millones de euros, la mayor parte de la UE, para desarrollar un prototipo de ciudad inteligente. Muñoz ha instalado alrededor de 10.000 sensores permanentes en el centro de Santander. Cada día, estos sensores miden más o menos todo que se puede medir: luz, presión, temperatura, humedad, incluso los movimientos de vehículos y personas. Y cada dos minutos transmiten sus datos al laboratorio de Muñoz y todo queda registrado.»

El texto resalta: «Todas estas cosas ahorran algo de dinero, pero no hacen a una ciudad particularmente inteligente. Una ciudad verdaderamente inteligente es aquella en la que el mayor número posible de residentes pueden acceder a esta y a otro tipo de información sin esfuerzo. El alcalde de la Serna está particularmente orgulloso de la nueva app  para móviles `Pulso de la ciudad´ que hace precisamente eso, conectar a los santanderinos a las corrientes de datos de su ciudad. Y el alcalde de la Serna quiere también airear secretos de la ciudad. Mucha información que previamente era confidencial o de difícil acceso ahora se hará pública

[Leer el artículo completo en Der Spiegel]

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