El semanario británico sostiene que la salida de Pedro J. Ramirez, Javier Moreno y Jose Antich de la dirección de El Mundo, El País y La Vanguardia respectivamente se deben sobre todo a una profunda crisis empresarial. El artículo se titula «Prensa en España: Un orden menguante» y apunta que las presiones políticas son el menor problema de los diarios que sólo llegan a un tercio de los españoles y pretender vender más y tener mejor producto con menos presupuesto y personal.

The Economist apunta: «Se supone que los periodistas tienen que comprobar los hechos, pero cuando los directores son despedidos bastan los rumores. Algunos ven fuerzas políticas oscuras tras los despidos de directores en tres grandes diarios españoles, El País, El Mundo y La Vanguardia. Pero los cambios también reflejan una crisis empresarial más profunda. Ramírez culpa al PP de su despido. El subdirector, Casimiro García-Abadillo, apunta a pocas ventas, que se han reducido a la mitad en cinco años. El director de El País, Javier Moreno, también ha perseguido la corrupción. Pero ha tenido un descenso en la circulación y el año pasado despidió casi a la mitad del personal.»

Señala también: «Si los periódicos no están cediendo a presiones políticas, ¿podrían hacerlo a presiones más comerciales? Algunos periodistas reconocen practicar la autocensura por miedo a molestar a los grandes anunciantes. El mayor desafío es más fundamental. Los diarios llegan sólo a un tercio de los españoles. Los ingresos por publicidad impresa han caído un 56% desde 2008; la publicidad digital no ha compensado este descenso. Los propietarios quieren ventas en papel más altas, más publicidad y páginas web elegantes, todo ello con presupuestos más bajos y menos personal. Combatir la presión política es la menor de sus preocupaciones.»

[Leer el articulo completo en The Economist]

The Economist es un semanario británico que se publica desde 1843 y considerado un referente en el  análisis de las relaciones internacionales y la economía. Su opinión influye en la imagen exterior de los países, en los inversores internacionales y marca la agenda de otros medios de comunicación. Pertenece  en un 50% al grupo Pearson -que también edita el Financial Times- mientras que el resto está en manos de accionistas independientes -incluyendo a miembros del staff- y la familia Rothschild. Su linea editorial es neoliberal tanto a nivel económico -a favor del libre mercado, la globalización y la libre inmigración- como en temas sociales -han apoyado el matrimonio gay, la legalización de las drogas o el control de armas-. Y politicamente han respaldado tanto a candidatos conservadores como de izquierdas. Sus artículos no van firmados. Su circulación en 2012 fue de 1.574.803 ejemplares.  

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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