«En una esquina de la Calle Juan Flórez, -escribe Sarah Butler- a una manzana de la principal calle de compras de la ciudad gallega de La Coruña, un escaparate muestra trajes espectacularmente iluminados con adornos brillantes de Navidad. Es el lugar donde en 1975 Amancio Ortega, un fabricante local de ropa que se había abierto camino como viajante de camisetas, abrió la primera pequeña tienda de Zara. Es un antiguo edificio de oficinas, que es también sede de un despacho de abogados».

 


(Foto: flickr/Thinkretail)

 

«Esta es la semilla de la que floreció Inditex, un imperio que se ha escapado de los problemas económicos de España para convertirse en la tienda de modas más grande del mundo, con más de 6.400 establecimientos en 86 mercados y un rápido desarrollo de su negocio online. Más de 120.000 personas trabajan en la compañía, 4.400 de ellas en la sede La Coruña muy cerca del lugar donde todo empezó. Ortega, de 77 años y aún en el consejo dela compañía, es la tercera persona más rica del mundo, según Forbes, con un patrimonio neto de 57.000 millones de dólares».

«Inditex está valorada en 69.000 millones de euros en el mercado de valores, pero está creciendo tan rápido que está a punto de duplicar el tamaño de su oficina central en Arteixo, Galicia, por segunda vez desde que se inauguró en 2000. El edificio también es la sede de Zara, la marca más grande de Inditex. La compañía comercializa otras siete marcas, incluyendo Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Pull & Bear y Uterqüe, que tienen sus propias sedes repartidas por toda España, algunas cerca de Barcelona y otras más al sur».

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