La corresponsal de la revista gala L´Express explica en radiocable.com tras la suspensión de Garzón que para los periodistas extranjeros es dificil explicar por qué un con tantos reconocimiento «puede ser echado solamente porque no les cae bien a sus compañeros». Cécile Thibaud también considera una «vergüenza» que una querella de un grupo como Manos Limpias se haya usado para perseguir a Garzón y eso demuestra que en España el pasado no está resuelto.

Cecile Thibaud

Para Cecile Thibaud se ha demostrado que el objetivo era acabar con Garzón y hacer coincidir tres querellas para «hacer más creible su suspensión, desde fuera es muy absurdo». Cree que tras su investigación del franquismo, desde hace un año «todo estaba organizado para deslegitimar al Juez y esto demuestra que el pasado no está resuelto y no hay un terreno comun para hablar del pasado y el franquismo».

Explica que fuera de España, Garzón es una figura muy, muy conocida: «En Francia si preguntas qué jueces internacionales conocen y te dicen dos. Uno de ellos es Garzón y a veces dudo que haya dos… y esto creo que duele mucho a algunos de sus compañeros de toga».

La corresponsal también asegura que le ha sorprendido la suspensión final del Juez porque «tenían muchas opciones de no ir hasta tan lejos, se habían abierto muchas puertas para sin descalificar directamente al Juez Varela, al Poder Judicial o al Tribunal Supremo, dejar las cosas como estaban. La idea de que Garzón saliese a fuera era una manera de salvar el honor de todos».

Thibaud considera que es posible que algunas de las actuaciones del Juez merecieran algun tipo de sanción o que no debiera haber abierto la investigación sobre el franquismo, pero «eso pasa muchísimas veces». Y cree una vergüenza que haya sido una querella de Manos Limpias «que se querella contra todo el mundo y nunca prosperan» quien siente a Garzón en el banquillo.

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