Un convoy de EEUU en IrakSe les conoce como la guardia pretoriana de Bush en su guerra contra el terrorismo y han estado envueltos en numerosos incidentes en Irak. El último de ellos ha provocado la muerte de ocho civiles en Bagdad y ha sido la gota que ha colmado el vaso para el Gobierno de Nuri Al Maliki que ha anunciado que revoca la licencia a Blackwater, la compañía militar privada de EEUU, para operar en su país. Pero en Internet, varios blogs especializados en Defensa, dudan de que exista la susodicha «licencia» con las autoridades iraquies y hay quien cree que se trata de una decisión populista.

Al fin y al cabo estos mercenarios o soldados privados están contratados por la Administración Bush. Aunque segun afirman en Guerras Posmodernas, no por el Pentágono, sino por la Secretaría de Estado. Oficialmente, Condoleezza Rice ha reaccionado anunciando una investigación y su intención de llamar al primer ministro para expresarle sus condolencias y tratar de disuadirle de la idea de la expulsión.

Soldado de BlackwaterPero tras esta declaración diplomática, podría haber una postura mucho más firme. Hay que recordar que Blackwater se está encargando de muchas de las misiones más complicadas en Irak -como la de escoltar a muchos altos cargos-, eximiendo de ella a los soldados del Ejercito regular. Y es poco probable que al Pentágono le interese que salgan del país y tener que ocuparse de estas tareas.

En una entrevista de radiocable.com, un soldado de SGSI, una compañía militar privada española, aseguraba que la gente de Blackwater se estaban encargando de demasiadas misiones en Irak que no deberían ser llevadas a cabo por empresas como las suyas. También decía que ellos seguían un codigo ético internacional y que todas las misiones eran aprobadas por un comité que evaluaba cada aspecto del trabajo que llevarían a cabo.  

Pero en el caso de Blackwater, el mayor problema parece ser la opacidad. Al ser unos contratistas privados operan al margen de los controles habituales, para bien y para mal. Por ejemplo nadie sabe con exactitud cuantos soldados de Blackwater han muerto en operaciones en Irak y sus bajas no computan en ningun balance, ni se sabe que tipo de protección y asistencia reciben. Por otro lado ninguno de sus miembros  está sujeto al código de justicia militar, y al contrario que los soldados regulares, no deben responder de sus acciones ante un tribunal.

En el informe del último incidente protagonizado por los soldados de Blackwater que escoltaban el convoy de EEUU, los testigos hablaron de una explosión y luego un tiroteo que se prolongó durante 20 minutos. Los detalles no están claros, pero murieron 8 civiles, otros 13 resultaron heridos, sin que nadie del convoy o el personal de Blackwater sufriera daños de consideración. El gobierno iraqui acusó a la empresa de «crimen» y ensañarse con los civiles, pero algunas de las afirmaciones, como que dispararon desde un helicoptero han sido negadas tajantemente por los implicados.  

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