Reiner Wandler, del diario aleman Die Tageszeitung asegura en radiocable.com que el adelanto del cierre de la central nuclear española «no ha sido por el desastre de Japón, ni por un cambio de política energética, sino por una cuestión puramente de rentabilidad y un rifirrafe entre el gobierno y las eléctricas». Y compara la situación de España con la de Alemania, donde el abandono de la energía nuclear es firme.

 Reiner Wandler

Reiner Wandler asegura que la ha «sorprendido» el cierre de Garoña pero apunta: «es peculiar porque no es un cierre motivado por el desastre en Japón, ni por un cambio de política del sistema eléctrico, sino que es un rifirrafe entre el gobierno y las eléctricas». Y destaca que en su diario, Die Tageszeitung, no les ha interesado el cierre de Garoña por la abundancia de noticias internacionales pero «sobre todo porque no se ve que ha sido un cambio político el que lo ha motivado, sino una simple cuestión de rentabilidad».

El corresponsal señala que el impuesto sobre el combustible nuclear «podría salir rentable a Garoña porque al final lo pagamos todos en el recibo de la luz, pero como la central tiene averías cada dos por tres no saben muy bien si será rentable pagar por un combutible que nopodrían no usarpor completo». Y añade «es una maniobra claramente para presionar al gobierno de Rajoy para que les quiten el impuesto».

Explica que en Alemania el abandono de la nuclear es firme, aunque su país ha «salido no una, sino dos veces de esta energía».  Recuerda que el gobierno rojiverde de Schroeder hizo un plan consensuado con las electricas para salir paulatinamente de la energía nuclear. Pero al llegar los liberales al gobierno de coalición con Angela Merkel presionaron para prolongar la vida de las centrales nucleares: «y lo lograron. Pero con tan mala o tan buena suerte que poco después pasó lo de Fukushima. Y tuvieron que volver a organizar el abandono de las energía nuclear. Pero esta vez sin acuerdo con las electricas». El resultado es que ahora el plan de salida puede salir más caro al Estado, porque los jueces pueden fijar un precio más alto.

Reiner Wandler destaca que en Alemania siempre ha sido un país donde la energía nuclerar ha tenido una contestacion social fuerte. Y en este sentido señala las diferencias con España: «Alli el movimiento antinuclear dio origen a un nuveo partido político, el de los verdes que entró en el Parlamento, llegó al gobierno federal y ahora gobierna una región entera y muchas ciudades medianas y grandes.»  Tampoco cree que haya una corriente política antinuclear a nivel europeo: » por un razón: Francia. No es tan facil convencer a los franceses, a sus políticos e industria de salir de su gran proyecto de gran nación nuclear».

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