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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

 Aunque no soy muy mitómano mentiría si dijera que no guardo algunos preciados tesoros. De unos pocos ya he hablado: la foto que nos tomó Fernando Meirelles paseando con Saramago en Portugal; hoja y media de la Corona de Laurel con la que coronaron a Crystal Cox, por su medalla de Oro en los JJ.OO. de 2004 (-parte de la otra hoja la utilizamos, a lo Abraracúrcix,  para sazonar un asado único -que nadie ni con mucho dinero puede  degustar» prometí al grupo de personas sin hogar con el que nos lo comimos-)…, bueno, entre otros tesoritos de esta naturaleza que cuido y de los que ya hablaré.

Uno de ellos es este baldosín que me regaló Nacho Montejo. Montejo es uno de los abogados laboralistas a quien la fortuna libró de morir en la matanza de Atocha (1977). Allí fallecieron gran parte de sus compañeros de despacho. Ha sido siempre un incansable luchador por la justicia y los derechos civiles.

 

En 1992, cuando Corcuera trataba de sacar adelante la conocida como Ley de la patada en la puerta, Montejo, junto a otros abogados, decidió encargar una tirada de baldosas muy especial. Fueron concebidas para ser colocadas en la puerta de sus casas como forma de advertencia-protesta. La aventura resultó incómoda porque cada caja de 10 baldosas pesaba un quintál y los abogados las distribuían como podían, unidad por unidad. Ese baldosín  y su historia marcó mi juventud y la de mis amigos, entre ellos su hijo, pues presidía el jardín donde parábamos, en la casa que tienen en el pueblecito de Cubas.

Despues de años de incesantes peticiones, Nacho Montejo me regaló uno de los pocos ejemplares que quedan. Fue cuando me compré la casa y bajo la promesa de que presidiría un lugar donde pudiera ser vista por todo el que la visitara. Allí está en la puerta de mi domicilio, en la buhardilla de radiocable.com

Esta historia es importante para explicar por qué debe uno posicionarse contundentemente contra esa Ley del Ministerio de Cultura.  Uno, porque La Constitución ya protege cada rincón de esta ..web y dos, porque, como ya  he dicho, los derechos civiles no son negociables.

 

Artículo 18 de la Constitución Española.

3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.

Artículo 20.

 5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial

Artículo 117.
1. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley.

3. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las Leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan.

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14 Replica a este post
  1. ¡Qué bonita anecdota, Fernando! Me ha encantado. Qué difícil está resultando que el gobierno y algunos artistas asuman que se está produciendo un natural cambio en el modelo productivo y que no se pueden demonizar los cambios tecnológicos. Con estas mentalidades la sociedad nunca podría avanzar y los curioso es que sean los progresistas los que se hayan vuelto tan conservadores.
    Saludos

  2. Me ha encantado el artículo, que mejor día que hoy en el que se cumplen 31 años de nuestra constitución y con todo lo que está sucediendo para recordar ese artículo fundamental que define entre otras cosas lo que es la libertad de exprexióny habla de algo fundamental, la presunción de inocencia.

    Un abrazo.

  3. Me parece uno de los mejores artículos que he leído sobre el anteproyecto de ley. Además, como hice yo en mi ARC?N DE SASTRE, relacionas el vergonzoso anteproyecto Sinde con la ley Corcuera; me alegra la coincidencia.

    Saludos

  4. Los equilibrios tradicionales entre derechos fundamentales, refrendados entre nosotros hoy hace 31 años, quedan en cuestión según va evolucionando la sociedada.

    Lo mismo que hay quienes piden hablar de ‘repensar’ la propiedad intelectual (su contenido absoluto vs. sus límites) en un nuevo entorno, como éste, en el que todo, cualquier web, consiste esencialmente en publicar obras, crear obras, enlazar a obras… también hay quienes piden hablar de ‘repensar’ la libertad de expresión y el secreto de las comunicaciones (su contenido absoluto vs. sus límites) en este mismo entorno en el que todo, incluso el delito flagrante, consiste esencialmente en actos de comunicación, de transmisión y recepción de información, opinón, expresión, etc.

    Hoy ‘todo’ es creación intelectual y ‘todo’ es expresión y comunicación. El choque es más inevitable que nunca y el riesgo es que el equilibrio se encuentre en una posición que erosione desproporcionadamente alguno de estos derechos.

  5. Totalmente de acuerdo, la Constitución es inegociable al igual que los derechos civiles, sin embargo para esta gente no es así (los unosy los otros) basta remitirnos al mercadeo politico que sufrimos. En lo que no se dan cuentar es que cercenando los derechos de los otros, están mutilando los suyos propios.