«Qué ganas de jubilarme para que me la sude todo, de verdad» decía en Twitter @Mine_Jam_ con un vídeo de dos señores que, conversando seriamente en la calle, llevaban una caja en la cabeza. Como si fuera lo más normal, como si les diera lo mismo. ¿Acaso no aspiramos a eso, a hacer lo que nos de la gana sin que nos importe lo que piensen los demás?

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