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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Ayer en el debate de «Al rojo vivo» en La Sexta 2, y al hilo del comunicado de ETA, abordamos el tema de la autodeterminación, el soberanismo, el nacionalismo… palabras siempre proscritas en la democracia española.

Vaya por delante que aunque defiendo el libre espacio para tomar esa decisión, nunca me he sentido identificado con ninguna de estas reivindicaciones por una concepción mucho más global de la «patria», la «nación», las raices y la propia movilidad geográfica. El resto me parecen muy respetables como ideología y como objetivo, aunque algo anacrónicos. Lo digo porque no me gustaría llevarme de pronto todas las etiquetas filoterroristas, que ya sabemos como se las gastan en este país cuando te sales del discurso impuesto por el tardofranquismo.

Pero el caso es que hay una nueva definición, un nuevo concepto de pertenencia al que me siento más identificado como conté ayer. Es el de «Sionismo digital» tal y como fue acuñado por Pere Quintana y divulgado por David de Ugarte reinterpretando y dando un nuevo significado a esas palabras.

Se trata de una respuesta al nacionalismo tradicional y que ha nacido en el ámbito de la sociedad global y, por cierto, no solo en España. En Brasil lo llaman linkanía y tambien puede darse entre empleados de una multinacional, en cuyo caso se le llama neovenecianismo. El caso es que el fenómeno existe, y está transformando las identidades. Pero todo esto tardará tiempo en notarse.

Es previsible que miles de ciudadanos de todo el mundo dejarán de sentirse identificados con el territorio geográfico en el que viven, dará igual si se llama Chicago, Nueva York, Castellote, o Bilbao. Porque es previsible que su espacio de comunicación, y de relación institucional se irá ampliando a la red, cada vez más, donde uno comparte relaciones laborales y personales, gastos, inversiones, servicios…

Un Sionista digital es alguien que podría vivir  en cualquier lugar del planeta pero cuya ??nación? compartida es común y está en lo virtual. Puede que sea una nueva forma de desarraigo, pero será compartida por tanta gente…

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6 Replica a este post
  1. Me parece muy novedosas tus ideas, anoche te vi en la sexta2, y como siempre estuviste brillante.
    Al ser más joven, te pongo más atención a lo que dices.
    Desde que te vi en 59s. me gusta lo que dices.
    Me parece muy coherente y muy progresista tu opinión.
    Sigue así.

  2. Otro concepto que me rasga tambien es que a parte de la ley establecen morales paralelas… cuando no hay moral fuera de la ley… dicen las páginas del p2p son inmorales aunque legales… es un error de concepto todo lo legal es moral. Lo contrario nos llevaría por ejemplo adoptar morales paralelas como la de la iglesia o la que cada uno considerase para juzgar la sociedad, estableciendo morales colectivas diferentes a la ley, si establecemos como fuente una moral diferente a la ley es bastante grave, porque pueden llevar desde totalitarismo a un irrespetuoso cumplimiento de la ley…

    Cada uno tiene su propia moral, pero no la de uno no puede imponerla al grupo… puede luchar por cambiar la ley, pero mientras tanto ese es el cauce moral… es un concepto bastante importante de derecho universal: «No hay moral fuera de la ley»

  3. Es coherente el planteo sobre la ciudadanía virtual.
    Pero al fuinal se equivoca al hablar del sionismo. Es evidente que no sabe de qué se trata el Sionismo y su relación con un Estado Físico y REAL que es Israel.
    Le sugiero revisar estos conceptos y corregir su artículo.

  4. Estimado Claudio, mil gracias por su comentario. Se trata de una reinterpretación del término sionismo que no es mia. «Sionismo digital» Ha sido acuñada por Pere Quintana y por David de Ugarte.. Y me parece una reinterpretación bien interesante.

    Por cierto que, como recuerda la wikipedia, «En el ámbito del cine, y probablemente inspirado en el significado original de la palabra, el término Sión fue utilizado en la trilogía cinematográfica Matrix para nombrar a la última ciudad de los seres humanos en la Tierra.»

  5. los conceptos de pertenencia e identidad son transitorios. Siempre son impuestos a todas las voluntades para mantenerlos quietos. Si no nos identificamos con el territorio geográfico y nos identificamos en una virtualidad global no quiere decir que la globalidad tenga que aceptarse como una nueva identidad, abierta y plural. Es una identidad impuesta por la desmedida y aparente libertad de comunicación y de tecnología que el Mercado ha lanzado en esta última década.
    No es raro que los nuevos aparatos nos liguen a la red desde nuestro bolsillo mientras caminamos en las calles y la gran mayoría sufra de una despersonalización al adquirir como única y dominante esa identidad virtual.
    Lo que veo en esta «reinvención» del término sionista es que se liga con el verdadero significado del mismo cuando se habla de una negación del discurso patriotero y nacionalista para encadenarse a un falso discurso de la aldea global «libertaria» que no es más que la nueva virtud del viejo esclavismo.
    Se escuchará estúpido y trillado pero solo tenemos una «nación» e «identidad» global y es que somos una misma raza humana. Las demás nociones de nación o pertenencia a un sub grupo son trucos del discurso para mantener alejadas a las personas bajo una noción vaga de «integración».

    No olvidé usted que esta «libertad» de internet dio pauta para que la Unión Europea haya intentado dos veces hacer valer el ACTA o Internet2 y esa nueva identidad virtual será limitada por el bloqueo que traerá el ACTA a las nuevas comunicaciones. Y sigo insistiendo que es exclusiva porque solo incluye a un porcentaje muy pequeño de la humanidad mientras hay otro gran porcentaje que no tiene acceso a este sionismo digital y otro vasto número que ni siquiera tiene contacto con la electricidad.

    Al final menciona el término «desarraigo» bastante atinado para describir esta nueva ciudadanía. Me recuerda a la idea de «hyperrealidad» del pensador Jean Baudrillard. La hyperrealidad coercitiva suplantó al mundo «real» para quitar todas las antiguas realidades y fundirlas bajo los preceptos y reglas del nuevo virtualismo.

  6. Estimado Zapalinamé. Fantástico el comentario y me gusta cuando dice que solo tenemos una ??nación? e ??identidad? global y es que somos una misma raza humana. Las demás nociones de nación o pertenencia a un sub grupo son trucos del discurso para mantener alejadas a las personas bajo una noción vaga de ??integración?.

    Muchas gracias por el mismo.
    Fernando