ENTREVISTA INÉDITA a El Chojin: cómo empezó desde cero y construyó su leyenda en el rap

La leyenda de rap en español visita la Sobremesa Cafetera para hablar del poder de su música y de la conexión que ha establecido con personas de varias generaciones a través de sus letras. El Chojin habla además de conciencia social, de la importancia de la autenticidad, de inteligencia artificial y hasta de la peligrosa influencia de la extrema derecha.

El Chojin se define como «un tipo que cogió de pequeñito un bolígrafo, se puso delante de un micrófono y pensó que una buena idea para no sentirse solo era compartir lo que pensaba con otros para ver si había suerte y había más gente por ahí que decía, «Mira, pues vibramos en frecuencias parecidas». Explica que su estilo musical es siempre autobiográfico: «La conexión que puedo llegar a tener con la gente se basa en la sinceridad. Intentas no tener un personaje, sino ser tú mismo. Yo siempre digo que soy la máxima autoridad mundial en mí y eso hace que pueda hablar muy seguro de lo que yo pienso y de lo que yo siento». Añade que «todos somos mucho más parecidos de lo que nos gusta creer, así que eso te convierte en cierto modo en experto en la humanidad entera».

Esta apuesta por la autenticidad radical le ha permitido construir un puente emocional con miles de personas. Sus letras no son meras composiciones musicales, sino reflejos de experiencias compartidas, un espejo en el que muchos se ven reflejados. El artista recuerda que conoció el rap gracias a que se crió en Torrejón de Ardoz, localidad madrileña en la que se encontraba una base militar de EEUU, donde la gente escuchaba ese tipo de música. «En el rap tú dices lo que tú piensas y como estás hablando desde tu perspectiva, no hay nadie que pueda ponerte nota y eso te da mucha seguridad. Te enseña también a expresarte, a enfrentarte al miedo». Y resalta que con el tiempo ha hecho suya la frase de Chuck D, líder de Public Enemy, «el rap es la CNN de los barrios». Asegura: «Yo cuento lo que veo» y recomienda de hecho a cualquiera que quiera hacer rap que practique la autenticidad y la sinceridad a la hora de contar lo que quieran.

La evolución de El Chojin se manifiesta en un lenguaje menos estridente y malsonante que otros artistas del rap. Algo que él achaca la «alargada sombra de mi  madre». Pero defiende que eso no le hace estar menos comprometido, ni ser menos radical en el fondo de su mensaje. Y en sus canciones se caracteriza por abordas temas como la violencia de género, el racismo y el bullying con una profundidad que cala hondo, denunciando las injusticias y los prejuicios. No teme además exponer sus vulnerabilidades o hablar del fracaso, lo que le hace conectar con la audiencia en un nivel profundo y le ha permitido tener una larguísima carrera: «Tengo 48 años. No hay muchos raperos en este país que tengan más edad que yo y no hay ninguno que tenga más discos».

En la entrevista, también habla de inteligencia artificial y del riesgo que supone para los creadores: «Ahí sí que creo que puede haber un cambio radical. Y siente miedo porque hace relativamente poco me tiré una noche entera escuchando canciones hechas por IA. Y yo que me dedico a esto y soy un profesional y llevo toda la vida en esto, no era capaz de encontrar algo que me dijera que no estaba hecho por una persona.» Sobre la escasez de mujeres raperas, El Chojin recuerda la importancia que tuvieron varias mujeres en los inicios del rap, pero admite que el porcentaje actual es inferior al de hombres: Creo que eso tiene que ver con que el rap como música no escapa de lo que es la sociedad en la que se da ese rap. Entonces, si tú vives en una sociedad que es machista, inevitablemente pues se traslada ese machismo no solamente en el rap, sino en el resto de estilos musicales o en cualquier cosa que haya.»

Finalmente  se moja al hablar de la extrema derecha, especialmente en un momento en el que esta corriente intenta capitalizar mensajes de superación personal: «La ultraderecha es, en mi opinión, el problema más importante que tenemos a nivel mundial ahora mismo, porque da la sensación de que se están validando discursos que primero discriminan y después justifican actos que van más allá de la discriminación. Está consiguiendo que la palabra nosotros cada vez sea más pequeñita». Añade que además la ultraderecha es «incoherente en prácticamente todo lo que dice» y detalla cómo en un video una mujer de Vox se quejaba de la cantidad de negocios de un barrio que eran regentados por inmigrantes en comparación con españoles: «Y pensé parece bastante contradictorio que se quejen de que los las personas de fuera vienen a vivir de paguitas y luego se quejen también cuando montan un negocio en el que no obligan a nadie a entrar. Es un negocio perfectamente legal que paga sus impuestos, que se supone que es lo que tú decías que tenían que hacer.»

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