Mark Felt era Garganta Profunda. La confirmación de la identidad de la fuente anónima de los periodistas que destaparon el caso Watergate había sido una de las noticias más deseadas, pero durante 30 años se mantuvo el misterio. Fue el propio Felt quien lo aunció, via un artículo de su biógrafo en la revista Vanity Fair. Tenía entonces 92 años y se reveló que padecía demencia. Hace apenas un mes se reencontró con Bob Woodward y Carl Bernstein en su casa. Era de hecho la primera vez que se reunían los tres, ya que Bernstein nunca había estado personalmente con Felt. Ayer con 95 años falleció.

Mark Felt con Woodward, Berntein y O´Connor
(Foto: Joan Felt/Press Democrat)

La noticia del fallecimiento de «Garganta Profunda» ha sido portada de los medios en todo el planeta, debido a la legendaria figura del confidente. El Washington Post, el diario que destapó el caso Watergate, ha incluído un obituarioque firman conjuntamente Patricia Sullivan y Bob Woodward. El texto finaliza con una frase extraída de la biografía e Felt:

«La gente ha debatido durante mucho tiempo si hice lo correcto ayudando a Woodward. Pero al final conseguimos sacar a la luz toda la verdad y ¿acaso no es eso lo que se supone que hace el FBI?»

Woodward también escribió en 2005 una largo artículo en el que revelaba cómo había conocido a Felt siendo teniente de la Marina y cómo fue gestándose su amistad… y su relación profesional. Explicó que la primera vez que hablaron del caso fue a los dos días del robo… aunque las verdaderas y secretas filtraciones empezaron en agosto. Desarrollaron un sistema de comunicación secreto: si el periodista necesitaba hablar con él movía una maceta con una bandera. Woodward nunca tuvo del todo claro los motivos de «Garganta Profunda» para filtrarle toda la información, pero sí sabía que despreciaba profundamente a Nixon y a su equipo a los que consideraba «nazis».

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