Tras las críticas y las campañas de autoinculpación, el Gobierno ha declarado que va a suavizar el polémico proyecto de reforma de la Ley de Extranjería. En el texto inicial se planteaba el conocido popularmente como «delito de hospitalidad»: multar a las personas y colectivos sociales que prestasen ayuda humanitaria a los inmigrantes en situación irregular. Ahora el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho ha anunciado que «nunca se va a perseguir a quien ejerza ayuda humanitaria».

Un inmigrante llegado a Tenerife
(Foto: Flickr/hoyonline)

El cambio de postura del Ejecutivo llega después de escuchar las recomendaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), del Consejo Económico y Social, del Foro Social para la Integración de los Inmigrantes y del Consejo General de la Abogacía Española. Según Corbacho, el artículo más polémico, el que contemplaba el «delito de hospitalidad», se va a cambiar «bien porque estaba mal redactado, bien porque se entendió mal».

El gobierno también ha adelantado que habrá una segunda modificación: los menores inmigrantes no acompañados serán escuchado antes de su repatriación. Este derecho no figuraba en el actual borrador de reforma, a pesar de que una sentencia reciente del Tribunal Constitucional obligaba a ello.

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