La de Geisha es una de las profesiones más antiguas en Japón. Esta mujeres deben dominar una amplia gama de disciplinas para «entretener» a los hombres: poesía, música, bailes tradicionales o el arte de la conversación, son algunas de ellas. Y en pleno siglo 21 en la era de Internet, las geishas siguen existiendo. Y se han adaptado tanto a los nuevos tiempos, que hay varias que ya no escriben diarios… sino blogs.

Casi todos están escritos en japones, pero en Global Voices han traducido varios post de diversas casas de geishas que permiten acercarse al mundo de estas mujeres a las que rodea un cierto halo de misterio. En la red sigue además accesible el blog de Ichimame, una de las pocas geishas que escribía en ingles, aunque hace varios meses que no añade actualizaciones.

Una geisha moderna
(Foto: Flickr/Mr Mark)

En estos escritos se pueden leer explicaciones de en qué consiste su trabajo, comentarios sobre su vida, consejos sobre el peinado y el vestuario o recomendaciones sobre lo que hay que tener para convertirse en geisha:

Realmente, no necesitas ninguna ??calificación? particular. Tampoco hay una edad límite. Lo que necesitas son ??modales de un ser humano? y un ??corazón sincero?. El mínimo nivel de modales requeridos para una geisha es diferente del de la gente común… Aprenderás un amplio rango de fundamentos: como poner a los hombres y a la gente mayor que tu en un pedestal, y como responder y hablar apropiadamente.»

Hay también historias personales, como la de Sakura que logró hacer realidad su sueño de convertirse en geisha al descubir un blog:

Entonces me rendí y comencé un trabajo común, pero ?no, No podía rendirme. Y justo cuando estaba considerando otras formas de hacerlo? encontré cierto blog. Era el blog de una vieja geisha quien me introdujo. No podía creer mis ojos cuando me di cuenta que allí estaba geiko en el norte de Shinchi, un área llena de clubes con clase. Y cuando vi sus fotos en ese espléndido kimono? fue amor a primera vista! De modo que le pedí contactarla y que me conozca. Me tomaron como una aprendiz en esa maravillosa casa de te, y así fue como me convertí en Sakura, la geiko».

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