La agencia estadounidense sostiene que aunque es improbable que el caso Bárcenas haga caer al gobierno español está siendo ya profundamente dañino porque está corroyendo la confianza de los españoles en sus líderes e instituciones. El Financial Times apunta en la misma dirección al ubicar el escándalo dentro de una crisis más general de fe en la política.

Maraino Rajoy en La Moncloa
(Foto: Flickr/La Moncloa)

Bloomberg alerta de la erosión de la confianza en las instituciones en España. La columna es de Megan Greene y dice: «En realidad, la probabilidad de que el escándalo de Rajoy fuerce la caída del actual gobierno de centro derecha es escasa. Pero los inversores tienen razón en preocuparse, ya que la estabilidad política implica algo más que la supervivencia del gobierno de un país, también requiere la confianza del electorado en las instituciones que los rigen. Las acusaciones de corrupción al más alto nivel están corroyendo esa confianza en España.

Dicho esto, el escándalo es probable que aumente la resistencia de los votantes a las reformas impopulares que Rajoy trata de introducir. Tratar de embarcar al  electorado en dolorosas reformas del mercado laboral y más recortes de salarios y pensiones será incluso más difícil de vender para un gobierno que la ciudadanía percibe que ha estado picando de un fondo de sobornos para beneficiar a sus líderes.

Aunque el escándalo Rajoy no conlleve la caída del gobierno, es profundamente dañino. Clavará otro clavo en el ataúd de la confianza pública en los líderes e instituciones españolas. La confianza ya era escasa tras los escándalos que implicaron a Bárcenas, al magistrado Carlos Dívar y al yerno del rey Juan
Carlos, Iñaki Urdangarín. A medida que se erosiona la confianza en el Gobierno del país, también lo hace el funcionamiento de sus instituciones. Si se permite que sigan empeorando, estos fallos podrían provocar la inestabilidad del entorno operativo empresarial del país, haciéndolo poco atractivo para los inversores.»

El Financial Times cree que el escándalo es parte de una crisis más general de fe en la política y en las instituciones. En la sección FTAlphaville, David Keohane apunta: «La experiencia en casos similares indica que el ruido político en torno a este asunto no disminuirá en algún tiempo; estimamos que el gobierno seguirá en una situación comprometida hasta que pueda demostrar que todos los papeles publicados hasta ahora son fraudulentos (lo que será muy difícil de demostrar y es improbable que suceda pronto).

Este escándalo forma parte de una ‘confrontación social’ más amplia que va más allá del PP, dentro de la profundización de una crisis más general de fe en la política y en las instituciones de prestigio (otro asunto diferente comprometió antes a miembros de la Casa Real). Las inferencias serán claramente negativas, pero no consideramos que vayan a ser desastrosas en el corto plazo (se aleja cualquier volatilidad a corto plazo si Rajoy se viera obligado a dimitir y fuera remplazado por otra persona, algo improbable).

Un poco más a largo plazo, hay que contestar a cuatro preguntas; 1) ¿tendrá el caso Bárcenas un efecto permanente en el consentimiento popular para la aplicación de políticas?; 2) ¿desviará los esfuerzos reformistas del Gobierno español?; 3) ¿incidirá en el apoyo regional a España o 4) en la confianza del mercado? Nos parece que las respuestas a estas preguntas son contradictorias.»

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