La Justicia argentina acaba de declarar inconstitucionales los indultos al dictador Videla y a su ministro de Economía José Martínez de Hoz, por considerar imprescriptibles los delitos de lesa humanidad. La noticia llega cuando en España sigue la polémica por el proceso a Garzon tras su intento de investigar los crimenes del franquismo. Carlos Slepoy, el abogado argentino de derechos humanos, valora en radiocable.com la sentencia de su país y traza paralelismos con la situación en España.

Carlos Slepoy

Carlos Slepoy, que ha sido uno de los abogados más activos en perseguir los crímenes de la dictadura argentina y que acaba de impulsar una demanda en su país contra el franquismo, muestra su satisfacción por la nueva decisión de la Justicia argentina. Aunque considera que no es más que la reiteración de otros fallos que declaran que «las leyes de punto final y obediencia debida en las cuales se ampararon los militares para no ser juzgados son inconstitucionales» y este es un paso más en la lucha contra la impunidad.

En contraste considera «incomprensible» y un «disparate» lo que sucede en España donde tras ser pioneros en la presecución de estos crímenes fuera de sus fronteras, no sólo se han paralizado las investigaciones sobre crímenes de la dictadura española en una resolución que contradice la doctrina del Tribunal Supremo y Constitucional en esta materia sino que ha ido tan lejos la cosa que pretenden enjuiciar al Juez que pretende investigar estos hechos.»

Slepoy explica además que la Ley de Amnistía española de 1977 fue un reclamo de la socidedad española en su momento para que fueran liberados los presos políticos del franquismo «de ninguna manera pueden ser usadas estas leyes para proteger genocidios o crimenes de lesa humanidad. Esto está consolidado en el Derecho Internacional». Y asegura que «aun sin derogarla, esta ley debe ser interpretada […] en el sentido de que no puede amparar este tipo de criminales». Y cree que ahora mismo la interpretación está siendo «torcida» e «insostenible», por eso se muestra confiado en que más pronto o más tarde se deje de lado.

El abogado también habla del movimiento de apoyo a Garzón y al fin de la impunidad del franquismo como de un «fenómeno extrordinado y conmovedor. Parecía que todo estaba sepultado, los muertos bien enterrados estaban, pero los muertos han vuelto a resurgir […] y hay un deseo profundo de justicia en un sector muy importante de la sociedad española».

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