“Se han producido en los sistemas de seguridad instalados en el Congreso de los Diputados una serie de anomalías y disfunciones que han culminado en falsas alarmas que generan mucha incertidumbre en los funcionarios encargados de la atención directa”, decía el órden del Día de la Mesa del Congreso al que ha tenido acceso radiocable.com

 

Pocos días antes del 25-S, la mesa de la Cámara del Congreso de los Diputados aprobó un plan para estudiar la modernización de “sistemas anti-intrusión” y el sistema de circuito cerrado de televisión. Resulta que están obsoletos. El presupuesto para el proyecto de estudio se cifró en 84 mil euros. El clima era de lo más propicio para buscar mejoras en la seguridad. Algunos medios de comunicación y el propio gobierno llevaban semanas atemorizando sobre el 25-S.

Lo aprobó, en secreto, la Mesa del Congreso el 9 de septiembre de 2012. Sus conclusiones figuran en el órden del Día, al que ha tenido acceso radiocable.com. La mesa es un organo interno, de funcionamiento opaco, que nunca hace públicos sus órdenes del día.

Las razones que se argumentan en la “Justificación de la declaración de Seguridad”, -que acompaña al �?rden del día-, para la aprobación de esa partida de 84.700 eu, son tan diversas como inquietantes:

“Las instalaciones de detección de incendios, circuito cerrado de televisión y sistemas anti-intrusión de los edificios del Congreso de los Diputados cuentan con una antigüedad media superior a 20 años, por lo que se producen fallos de manera reiterada en los mismos” “Todo esto -asegura el texto- compromete la seguridad de la Cámara por lo que desde esta Dirección y desde la Comisaria Especial del Congreso se ha visto la necesidad de platear la renovación de dichas instalaciones” (pag 145)

El propio Comisario Jefe del Congreso argumentaba a la Mesa del Congreso: “recientemente se han producido en los sistemas de seguridad instalados en el Congreso de los Diputados una serie de anomalías y disfunciones que han culminado en falsas alarmas que generan mucha incertidumbre en los funcionarios encargados de la atención directa”. Esto, “unido a la obsolescencia y carencias de los sistemas de intrusión, incendios, CCTV y sala de control, aconsejan su renovación urgente para una eficaz respuesta ante situaciones de emergencia” (pag 144)

La contratación, dice el órden del Día, tendrá carácter reservado, y se producirá mediante procedimiento negociado sin publicidad, “teniendo en cuenta que se trata de las instalaciones de seguridad” . Fue la misma Comisaria Especial del Congreso, quien advirtió en el Anexo I que consideraba “necesaria la máxima confidencialidad en la contratación en atención a la información que se tendrá que facilitar”

“Las necesidades admnistrativas a satisfacer mediante el presente contrato son la de analizar la situación actual y estudiar la mejora de los sistemas contra incendio y anti-intrusión actuales con el fin de mejorarlos”. El valor estimado del contrato ascenderá a 84.700 euros (IVA incluido) (pag 164)

“La Mesa del Congreso de los Diputados en su reunión del 9 de septiembre, teniendo en cuenta que los edificios del Congreso de los Diputados están destinados a albergar la más alta representación del Estado y que sus funciones requieren adecuada protección y seguridad, acordó declarar que concurren “Intereses esenciales para la seguridad del Estado que deben ser protegidos “. Para ello “se desarrollará un proyecto ejecutivo incluyendo todos los elementos de circuito cerrado de televisión, anti-intrusión y seguridad, así como la correspondientes canalizaciones y cableado necesario” (pag 199)

A la vista de estos informes se explica mejor hoy por qué el Spot viral “Levántate ZP” produjo tanta polémica en el año 2006. Aquel falso asalto al Congreso de los Diputados provocó tal terremoto en los medios, que la agencia de publicidad se vió obligada a pedir disculpas al Congreso. El presidente de BBDO, Germán Ramón-Cortés, y el consejero delegado Miquel Mas, tuvieron que firmar una misiva de disculpas y presentarla en el Registro de la Cámara.

En aquel momento la polémica generada pareció excesiva. Pero resulta que el Congreso tenía motivos para sentir inquietud ante una intrusión.

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