Recibir recriminaciones en público o presión de los independentistas en las redes sociales cuando publican un artículo que cuestiona la postura secesionista catalana es una situación que denuncian haber vivido varios corresponsales extranjeros en los últimos meses. La Generalitat y el movimiento independentista han hecho de la internalización de su causa una parte fundamental de su estrategia y en estos años han multiplicado los encuentros, las ruedas de prensa y las entrevistas con representantes de la prensa global para dar visibilidad a sus reivindicaciones.

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Y han logrado avances y resultados. Pero en casos puntuales y especialmente con motivo de las elecciones del 27 de septiembre y sus derivadas, algunos de los corresponsales que trabajan en España para medios internacionales denuncian haberse sentido incómodos por una excesiva presión o incluso por haber sido «reñidos» por altos cargos catalanes. Un asunto al que incluso el diario El País ha prestado atención en un artículo de Cristian Segura.

Uno de los políticos que más se ha significado en este sentido hacia los corresponsales es Joan María Pique, jefe de prensa de Artur Mas. El pasado 8 de octubre, tras el robo de cable que obligó a parar el AVE cuestionó desde su cuenta de twitter la forma en que los corresponsales extranjeros estaban cubriendo la noticia, al poner el foco en el «sabotaje» en vez de «robo» tras una declaración de la policía española.

Su comentario provocó este intercambio de mensajes con el corresponsal de Europe 1, Henry de Laguerie.

Joan María Piqué también «riñó» a la corresponsal de Le Monde, Sandrine Morel, por hacerse eco de un artículo sobre Artur Mas.

La corresponsal de la radio alemana Deutschlandfunk, Julia Macher, también se vió envuelta en una polémica y fue presionada por Junts pel Si. Poco antes de las elecciones del 27-S, publicó una entrevista con el nº7 de la lista unitaria independentista, Oriol Amat, en la que este aseguraba que un nuevo Estatut podría detener el proceso secesionista.

JxS reaccionó pidiendo que no se publicarán las palabras de Amat. Julia Macher, lo explicó en una entrevista en La Cafetera de Radiocable.com: » Me llamaron del Departamento de prensa pidiéndome revisar la entrevista. Me rogaron que no publicara cortes de voz que contradijesen la posición de que el partido quería una mayoría para iniciar un proceso de independencia.” Ella accedió, pero tras la presión recibida en las redes sociales que cuestionaban que Amat hubiera hecho esa declaración, la periodista publicó la grabación que las confirmaba.

Henry de Laguerie también sufrió la recriminiación pública de Albert Royo, el director de Diplocat, que le comparó con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz por decir en Twitter poco antes de las elecciones del 27 de septiembre: «la atmósfera es tensa e irrespirable en esta campaña». Royo le replicó en la misma red social: «Me recuerdas al ministro del Interior (‘familias fracturadas bla bla’). Votar une, no separa».

Otros corresponsales como Luca Tancredi Barone de Il Manifesto o Paty Godoy, del méxicano Excélsior aseguran que de todos los temas que han cubierto en España, el procés catalán es el que más controversia social ha levantado y en el que más presión han recibido. Tancredi, incluso afirma que con él ha vivido el «único caso de ciberacoso de mi carrera».

Con la investidura de un nuevo gobierno en Cataluña, algunos intentan resaltar aspectos positivos. Henry de Laguerie, por ejemplo, ha tuiteado: «Al ser Puigdemont periodista, ¿quizá no necesite jefe de prensa? Una buena noticia para los corresponsales.»

https://twitter.com/henrydelaguerie/status/685932011337478152

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